Año 2023, peor para la economía, mejor para los mercados

Caixabank AM repasa las oportunidades que habrá en renta fija y variable el próximo año

La política monetaria actúa, en la famosa frase de Friedman, con retrasos largos y variables, explica Santiago Rubio, director de Estrategia de Inversión de CaixaBank AM.

En concreto los ajustes al alza en los tipos de interés tardan entre 9 y 18 meses en surtir su pleno efecto, por lo que las muy considerables subidas de tipos, tanto por parte de la Reserva Federal (3,75 puntos en lo que va de año) como del Banco Central Europeo (2 puntos), más las que están por llegar; harán que el crecimiento económico se debilite a lo largo del año que viene. 

Todo ello hará innecesario que los tipos suban más, e incluso puede abrir la posibilidad de bajadas en 2024. Eso permitiría que la renta fija, de emisores de buena calidad crediticia, tras el peor año que se recuerda para ese activo, ofrezca rentabilidades muy atractivas.

En cuanto a la renta variable, hay que recordar que las caídas bursátiles siempre empiezan, y acaban, antes que las caídas en la actividad. Si sucede como esperamos, y a lo largo de 2023 se vislumbra el final de la recesión, la bolsa recogerá ese dato con anticipación.

En definitiva, 2023 puede ser un buen año para el inversor, siempre que nadie vuelva a cometer un error, y una infamia, como el que Putin inició el 24 de febrero. 

Oportunidades en renta fija

El primer activo en el que podremos comprar con buenas expectativas de revalorización es, por lo tanto, la renta fija, la de buena calidad y denominada en euros, ya que el dólar invertirá su tendencia alcista en cuanto sea claro que la Reserva Federal ya ha hecho lo suficiente para frenar su economía.

El momento de invertir en renta fija podría llegar en el primer semestre de 2023, si la dinámica de la inflación no se aleja de la que conocemos desde hace 40 años. 

La renta variable puede que comience a resultar atractiva en la segunda mitad de 2023 (aunque no podemos descartar que el punto de entrada no aparezca hasta 2024), aunque dependerá de la dinámica inflacionista ya mencionada.

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Esta abrirá, o no, la puerta al inicio de un ciclo de bajada de tipos, y de la necesidad de imponer ajustes fiscales, relativamente duros, en cuanto sea posible, para ir reduciendo el exceso de deuda que nos ha traído la pandemia y la crisis energética. 

Para el negocio de gestión de activos la “vuelta de la renta fija” es una muy buena noticia; la larga travesía del desierto que han supuesto los tipos de interés negativos ha dejado ayunos de alternativas a una parte de nuestros clientes; que por edad u otras circunstancias personales, tienen horizontes temporales de inversión limitados, y no pueden, por lo tanto, confiar todo su capital a la renta variable.

"Ellos, y nosotros, disfrutaremos de volver a tener una alternativa de inversión rentable y poco volátil", reitera Rubio.

Mas información de Caixabank AM en la guía de gestoras.

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