El oro alcanzó un máximo histórico, impulsado por el aumento de las tensiones geopolíticas y las apuestas a nuevos recortes de tipos en Estados Unidos, lo que da más impulso al mejor comportamiento anual en más de cuatro décadas.
El BCE ha decidido recortar tipos, con unas proyecciones de inflación hasta 2028 en línea con las expectativas del 2% y una perspectiva positiva sobre el crecimiento