Alemania alimenta la incertidumbre en las bolsas europeas

El DAX 30 sufre su mayor caída desde mediados de julio y da rienda suelta a los temores de los inversores a una desaceleración del crecimiento económico

Alemania lanzó una nueva advertencia a los mercados tras la última caída del DAX 30.

El índice referencia de la Bolsa de Fránkfurt retrocedió un 1,47 por ciento en la última sesión, registrando la mayor caída desde mediados de agosto.

Entonces, la variante delta, el principal temor de las bolsas durante la temporada estival, le costó una pérdida del 2,5 por ciento al principal selectivo alemán.

Este miércoles, sin embargo, las peores expectativas de los inversores asestaron un importante golpe a la cotización del DAX, que retrocedió a su nivel más bajo en el último mes.

El ZEW nubla el camino

El índice elaborado por el Centro de Investigación Económica Europea (ZEW) alemán volvió a retroceder en septiembre, cayendo en cerca de cuatro puntos hasta los 26,5.

Este indicador es importante al reflejar el sentimiento de los 350 analistas e inversores institucionales encuestados, a los que se les pregunta sobre sus expectativas económicas a seis meses.

La caída sitúa al índice en su nivel más bajo del año, muy lejos de los 84 puntos que llegó a marcar en mayo.

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“Lectura peor de lo esperado. Es la primera vez desde el paso del virus que el componente de situación actual supera las expectativas, lo que hace prever que tienda a moderarse en los próximos meses”, dijeron los analistas de Bankinter en un comentario.

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El componente de situación actual continúa por encima de los niveles de 2019, al situarse en 31,9 puntos frente al 1,2 de media de hace dos años. Sin embargo, se colocó dos puntos por debajo de las estimaciones.

“La encuesta ZEW incumplió las previsiones tanto en el componente de situación actual como en el de expectativas, que quedó ampliamente por debajo del dato de agosto”, apuntan, por su parte, en Renta 4.

El BCE y EEUU: más preocupaciones

Si bien el retroceso de Fránkfurt fue el mayor de las principales bolsas europeas, las pérdidas fueron generalizadas en la previa a la siguiente reunión del Banco Central Europeo (BCE).

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El CAC 40 francés se dejó un 0,8 por ciento; el FTSE 100 británico y el FTSE Mib italiano, un 0,75 por ciento en ambos casos, y el IBEX 35 cerró con una caída del 0,6 por ciento.

El motivo reside en las preocupaciones sobre si el BCE anunciará este jueves la reducción del programa de estímulos, aunque los analistas descartan que la presidenta, Christine Lagarde, tome esta determinación. Sí podría llegar un recorte del volumen de compras de activos, tal y como ya planean hacer en los Estados Unidos.

En su discurso de Jackson Hole, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dejó claro que el tapering podría comenzar este mismo año, aunque los últimos datos macroeconómicos alejan esta posibilidad hasta finales del ejercicio y rebajan la presión sobre el banco central.

En especial, las dudas sobre el crecimiento económico de la mayor potencial mundial surgieron por las débiles cifras de empleo: en agosto se crearon 235.000 puestos de trabajo en los Estados Unidos, muy lejos de los 943.000 empleos del mes anterior.

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“Esto ha puesto de relieve que el impacto de la variable delta es mucho mayor de lo descontado, y algunos analistas ya anuncian que la normalización monetaria tendrá que esperar, los tipos de interés permanecer bajos y los diferenciales de crédito ajustados”, explica en un comentario Javier Molina, portavoz de Etoro en España.

Cambios a la vista

Entretanto, septiembre será un mes de importantes cambios para Alemania, por lo que los analistas no descartan más correcciones en las próximas semanas.

El DAX 30 ultima la entrada de otros diez nuevas cotizadas para convertirse, desde el próximo día 20, en el DAX 40, en el que tendrán más protagonismo los valores defensivos y los de los sectores de la salud y la tecnología, según apuntó un informe elaborado por Julius Baer.

Pero el cambio más importante será el relevo de la canciller, Angela Merkel, que se conocerá una semana después de la nueva composición del DAX, en las elecciones del día 26.

“Pueden traer grandes cambios y también repercusiones económicas para toda la zona euro, pues no deja de ser la primera potencia”, explica Josep Codina, analista de la revista Inversión.

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“El DAX tiende a subir en el periodo más próximo para caer bruscamente justo después de los resultados electorales”, anticipa Codina.

A mediados de agosto, el selectivo, que ahora cotiza en algo más de 15.600 puntos, se quedó a las puertas de los 16.000 enteros, una barrera que ahora parece inalcanzable al menos durante el presente mes de septiembre.

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