Jackson Hole. Powell tiene pocas razones para sacudir los mercados

Los inversores esperaban más pistas por parte del presidente de la Fed, Jerome Powell, sobre la retirada de estímulos, pero las esperanzas se han desvanecido con el paso de las semanas

Los inversores esperaban que el discurso en Jackson Hole del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, diera más pistas sobre la retirada de los estímulos fiscales. A falta de unas horas para su comparecencia, pocos cuentan con ello.

Las actas de la última reunión de la Fed, de finales de julio, ya revelaron que se espera un tapering progresivo del programa de compras de activos de 120.000 millones de dólares mensuales, activado por el banco central en respuesta a la crisis sanitaria.

La retirada de estímulos comenzaría a finales de año, pero de ello depende la evolución de indicadores como la inflación o la recuperación del tejido laboral estadounidense.

Pese a que las últimas cifras macroeconómicas refuerzan la tesis de la Fed, los analistas tienen claro que Jackson Hole no será el lugar en el que tenga lugar el anuncio.

Expectativas defraudadas

La economía estadounidense creció un 1,6 por ciento en el segundo trimestre respecto a los tres primeros meses del año, según los datos publicados el jueves por la Oficina de Análisis Económico estadounidense. En tasa interanual, el producto interior bruto (PIB) se disparó al 6,6 por ciento. 

La inflación, por su parte, arrojó más dudas a lo largo del verano. En junio, el índice de precios al consumo (IPC) sumó cuatro décimas hasta situarse en el 5,4 por ciento.

Si bien en agosto se ralentizó, la inflación de los Estados Unidos se mantuvo en la tasa más alta desde 2008. Señales que retrasan el anuncio.

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“Las expectativas del mercado de una señal clara por parte de Powell se verán probablemente defraudadas”, explica Yves Bonzon, CIO de Julius Baer.

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La variante delta y la incertidumbre sobre la recuperación del empleo aumentan las perspectivas de que la Fed mantendrá, por el momento, la cautela.

“Powell haría bien en mantener todas las opciones abiertas y evitar hacer una declaración”, dice Yves Bonzon.

“La evolución del impacto que está teniendo delta, unida sobre todo a las retahílas de datos macroeconómicos que estarían mostrando unas previsiones de crecimiento inferiores a las esperadas, han enfriado en los mercados estas expectativas”, detalla Josep Codina, analista de la revista INVERSIÓN.

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El anuncio, sin efecto en los mercados

La previsible estrategia que tomará Powell traslada las miradas a la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en  inglés) que tendrá lugar a finales de septiembre.

“Jackson Hole rara vez ha sido un evento clave para el mercado”, explica Garrett Melson, estratega de Natixis.

“Powell ha sido claro en que los planes de tapering se telegrafiarían con mucha antelación una vez que el FOMC determinara que se ha hecho un progreso sustancial hacia sus objetivos”, apunta.

Así, el analista descarta que la retirada de estímulos, ya anticipada, tenga consecuencias en los mercados, ya que la Fed “ha estado haciendo exactamente lo que dijo que iba a hacer”.

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“Esperamos que la Fed anuncie una reducción de sus compras de bonos como muy pronto en su reunión de septiembre”, coincide Ben Laidler, de Etoro.

En este sentido, el programa terminaría a mediados del próximo año, sirviendo como “preludio” del segundo gran paso que tendrá que tomar la Fed: la subida de los tipos de interés. Esta llegaría, de acuerdo con el analista, a finales de 2022.

Un informe de Goldman Sachs de comienzos de verano pronosticaba que el anuncio del tapering llegaría en Jackson Hole, pero el banco de inversión modificó su postura en una lectura reciente y retrasó hasta noviembre sus expectativas.

De qué se hablará en Jackson Hole

En las últimas semanas, muchas voces dentro de la propia Fed han reiterado que la retirada de las compras debería efectuarse cuanto antes.

Los últimos, los responsables de las Reservas de Kansas y St. Louis, Esther George y James Bullard, cuya posición ‘hawkish’ es de sobra conocida.

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“El principal mensaje es que la economía ha aprendido a adaptarse a la pandemia”, dijo Bullard esta misma semana. 

A pesar de la presión, aún habrá que esperar para conocer cuándo comenzará el tapering, lo que abre el debate sobre qué centrará -oficialmente- la reunión de Jackson Hole.

“El simposio suele ofrecer a la Fed la oportunidad de transmitir mensajes importantes sobre la configuración o el marco de la política monetaria”, explica Silvia dall’Angelo, economista de la gestora Federated Hermes.

“Este año, Jackson Hole podría ser una ocasión para explorar una serie de temas de mayor alcance, como la moneda digital del banco central”, argumenta, además de otras cuestiones en torno a la estabilidad financiera, la desigualdad y, “posiblemente, formas de incorporar el cambio climático dentro del mandato”.

Hasta la comparecencia de Powell, que no tendrá lugar hasta la tarde del viernes (hora española) no se sabrán los detalles.

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