Activos para proteger las carteras de la incertidumbre

Los activos reales, como inmobiliario y las infraestructuras, ofrecen protección a las carteras en periodos de alta tensión en los mercados

En un entorno de alta inflación e incertidumbre en los mercados los inversores están incorporando activos reales a sus carteras, especialmente inmobiliario e infraestructuras, que actúan como protección.

En 2022, la inflación -aunque independientemente que sea o no temporal- será uno de los obstáculos a superar y de hecho, según Savills Aguirre Newman, algunos sectores inmobiliarios pueden ofrecer una buena cobertura frente a las presiones inflacionistas, sobre todo, en el caso de los activos que tengan plazos de arrendamiento más cortos o en los que las rentas estén vinculados al IPC.

Esta tendencia de los inversores por el sector inmobiliario ya comenzó a percibirse en 2021.  El volumen de inversión inmobiliaria mundial aumentó un 38 por ciento interanual, hasta alcanzar la cifra de 1,3 billones de dólares, según la última actualización de Impacts, el programa de análisis inmobiliario global de la consultora, con datos hasta cierre de noviembre 2021. 

El estudio concluye que el volumen total de inversión se recuperó con fuerza en 2021, debido al número creciente de fondos interesados en invertir en el sector inmobiliario, que alcanzó cotas máximas impulsado por la búsqueda de diversificación en fuentes de ingresos por parte de los inversores. En 2021 se identificaron 1.250 fondos con 365.000 millones de dólares de capital para invertir en inmobiliario, según datos de Preqin, frente a 1.000 fondos activos en 2020.

Según Savills, los sectores residencial e industrial-logístico serán los más fuertes a nivel global en 2022, manteniendo la tendencia del año anterior, retail recuperará cuota y la implementación de criterios ESG impulsará la actividad en oficinas.

Fondos para invertir en el sector inmobiliario

Los fondos de inversión inmobiliario son los mejores productos para invertir en inmuebles sin tener que comprar ninguna vivienda.

Uno de los más atractivos, que está disponible en la plataforma de MyInvestor o Renta 4, es el Nordea Global Real Estate, que invierte principalmente en REITS, que gozan de una fiscalidad muy baja, pero que tienen como objetivo repartir gran parte de sus beneficios en dividendos.

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Con el mismo sentido de inversión, destaca también el Janus Henderson Horizon Global Property Equities, que también tiene una fuerte exposición también a REITS, con el 74 por ciento, y compañías como Prolonguis o Alenxandria Real Estateg Equity. El vehículo se anota una rentabilidad de algo más del 11 por ciento a un año.

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Otra opción sería el producto que comercializa la casa Invesco, el Invesco Real Estate, con una rentabilidad a un año del 18 por ciento.

Comprar para alquilar

El modelo de Build to Rent (comprar para alquilar) será uno de los grandes protagonistas del mercado inmobiliario del año, con una estimación de aumento de la inversión de más del 10 por ciento para este ejercicio, según las conclusiones de Gesvalt, por lo que consolida así su senda de crecimiento, tras registrar un incremento del 30 por ciento en 2021.

Un claro ejemplo de esta apuesta por el sector inmobiliario son los datos de compraventa dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

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La compraventa de viviendas registró un incremento anual del 32,9 por ciento en 2021. “Esta tasa de crecimiento no solo supone el mejor cierre de año de los últimos 14 ejercicios, sino que estamos frente a un año histórico de compraventas alcanzadas, que no se lograban desde 2007. Tras 10 meses consecutivos de incrementos, el sector inmobiliario puede constatar que no solo se ha recuperado del parón provocado por la crisis sanitaria, sino que se ha repuesto fuertemente y de manera muy sólida”, explica María Matos, directora del servicio de estudios de Fotocasa. Destaca de manera importante el tirón de la vivienda usada, con un crecimiento del 33 por ciento.

Infraestructuras también en cartera

Las infraestructuras también pueden añadir protección a la cartera puesto que la demanda de infraestructuras está creciendo en todo el mundo, abarcando un amplio rango de actividades: antenas de telecomunicaciones, aeropuertos, autopistas, oleoductos, etc. Los proyectos de infraestructuras generalmente se planifican para varios años, incluso décadas.

“Los plazos largos, combinados con los contratos fijos, garantizan un flujo de caja relativamente estable y predecible para los operadores de infraestructura, en muchos casos con cláusulas de inflación. Además de su crecimiento, en el contexto actual, invertir en activos reales a través de estas compañías aporta a las carteras protección frente a la inflación”, insiste Nicolás Medina, analista de Singular Bank.

Aquí el experto propone varias opciones. En el apartado de compañías destaca Vinci. El valor se anota una rentabilidad del 8 por ciento en lo que va de año. En cuanto a fondos, el inversor se podría acercar a este sector vía ETF como el de iShares Global Infraestructure, que cotiza con leves caídas.

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