Los inversores salen de pesca en los fondos de renta variable
Los fondos de renta variable aumentan sus posiciones en el mes de marzo tras el reposicionamiento de las carteras
La pandemia de coronavirus ha provocado el desplome de todos los índices bursátiles. No ha habido activo, refugio o no, que no haya sufrido el pánico de los inversores.
Durante marzo, según datos provisionales de VDOS, las categorías de fondos que más deseembolsos han sufrido han sido los monetarios, que han registrado salidas de más de 3.541 millones de euros, seguidos de los de renta fija, con reembolsos de 2.581 millones de euros.
No obstante, también las caídas han propiciado que numerosas empresas coticen a precios de derribo y que resulten atractivas. Se trata de compañías con buenos fundamentales, que están sufriendo, independientemente de su situación financiera, también caídas por el sentimiento pesimista del inversor.
Y estas empresas constituyen a largo plazo una buena opción de inversión a largo plazo. Esto hace que durante el mes de marzo, los fondos de renta variable hayan registrado entradas por 1.100 millones de euros.
También han registrado entradas, aunque en menor medida, los monetarios con 315 millones de euros.
Oportunidades de inversión
¿Estos movimientos qué significan? Los gestores están llevando a cabo cambios en sus carteras, posicionándose en aquellas empresas que con estos precios constituyen un fuente de rentabilidad a largo plazo y esto está siendo bien recibido por inversores informados.
"Nuestro enfoque es comprar y mantener franquicias excepcionales con ventajas competitivas sostenibles. Seguimos atraídos por empresas con motores de crecimiento estructural a largo plazo y flujos de efectivo predecibles. Aplicamos nuestro proceso para analizar e invertir junto con estas oportunidades", señalan Mark Nichols y Mark Heslop, gestores de European Growth Strategy de Jupiter AM.
De la misma opinión son los expertos de Rentamarkets, que están comprando empresas de alta calidad que acumulan caídas de entre 40% y 60% y tengan una posición competitiva que les permita salir reforzadas de la crisis para generar rentabilidades altas a largo plazo. Opinan que cuando finalice el masivo encierro doméstico, la velocidad del dinero volverá a crecer y con fuerza.
Es decir, la inversión vuelve a la renta variable si los gestores de fodos aprovechan la crisis para hacer un reposicionamiento de la cartera, introduciendo valores que a largo plazo darán un plus de rentabilidad con precios bajos.
