El "lobo griego" ya no da miedo

Las bolsas están demostrando que son capaces de acostumbrarse a todo, de convivir con los peores fantasmas y demonios del mercado. La contención con que se han comportado los índices europeos en las últimas bajadas indica que los inversores no están sucumbiendo al pánico y están midiendo de cerca el riesgo: A pesar de que las alarmas de "qué viene el lobo" saltan un día sí y otro también, aprovechan la liquidez de la bolsa para recuperar las posiciones perdidas.