El indicador termina el día prácticamente en los máximos anuales que marcaba el 19 de marzo en los 9.492,30 puntos, es decir, prácticamente en niveles del pasado septiembre, con lo que habría borrado el penoso cierre de 2018.
Europa cerró en positivo, pese a la debilidad de Wall Street, que sufría por la caída de Walgreens, a las incertidumbres del Brexit y a las advertencias económicas de Christine Lagarde.
Rumores de todo tipo inundan las mesas de operaciones para intentar dilucidar qué ha pasado con la popular criptodivisa. Cierre de cortos masivo, inocentadas, robots que enloquecen y empiezan a comprar o un simple movimiento técnico, son algunas de las teorías que tratan de explicar la fuerte salida al alza.