El ataque colateral de Putin a la eurozona: maniata a Lagarde contra la inflación

Los analistas estiman que las dos subidas de tipos de interés que se esperaban en 2022 no frenarán la inflación galopante en la UE que creará Putin

El conflicto armado entre Rusia y Ucrania reduce el margen de maniobra del BCE para atajar uno de los principales problemas a los que se enfrenta la economía de la Unión Europea y que puede frenar su crecimiento: la subida de la inflación.

Los precios, que marcan máximos históricos en la zona del euro con la inflación final de enero repuntando hasta el 5,1 por ciento interanual, van a subir impulsados por la crisis en Ucrania, pronostican los expertos, debido a la gran exposición en materia energética de Europa a Rusia.

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Hay que tener en cuenta que son los precios de la energía, principalmente del gas y del petróleo, los motores que están disparando la inflación en la UE, y Rusia tiene la llave para que sigan batiendo récords.

Es el mayor productor europeo de gas natural y el segundo mayor exportador de petróleo después de Arabia Saudí. Además, el 40 por ciento del gas consumido en la UE procede de Rusia

Por ello, el conflicto bélico "aumentará la inflación impulsada por las interrupciones en el suministro de energía, lo que puede hacer descarrilar la recuperación económica", señala Sergio Ávila, analista de IG Market.

También los analistas de Oxford Economics estiman que "provocará un aumento de la inflación y un lastre para el crecimiento, principalmente a través de la disminución de los ingresos reales de los hogares y la caída de la confianza".

Lagarde, maniatada

El ataque ruso puede penalizar la recuperación económica de la UE llevando a los mercados a tener que afrontar un escenario de bajo crecimiento y alta inflación, por lo que el BCE contará con menos bazas para atajarla.

"El margen de maniobra de los bancos centrales para hacer frente a este escenario es muy limitado, y eso es lo que realmente nos preocupa", afirman desde Link Securities.

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Los mercados anticipaban dos subidas de tipos de interés este año para enfriar las tensiones en los precios, pero, según los expertos, no serían suficientes para afrontar una inflación como la que se avecina.

Además, aumentarlas sería un riesgo teniendo en cuenta que una elevada subida de tipos puede truncar la recuperación económica en la que está inmersa la eurozona.

Petróleo en máximos

Por el momento, el estallido de la guerra ha disparado el precio del petróleo a máximos de 2014.

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Los precios de los futuros del petróleo West Texas de EEUU y del Brent se sitúan por encima del 7 por ciento, acercándose el primero a los 98,5 dólares y el segundo supera los 101 dólares por barril.

Mientras que los del gas natural en la Unión Europea aumentan más del 26 por ciento, hasta los 113 euros por megavatio-hora, después de haber llegado a cotizar por encima de los 115.

"Un nivel que no se había visto en dos meses, ya que la crisis de Ucrania se ha convertido en una guerra en toda regla y esto genera temores de que puedan producirse desabastecimientos", certifica Ávila.

Las previsiones de inflación se quedan cortas

En este escenario, las perspectivas de inflación para este año, fijadas por la Comisión Europea, que ya de por sí eran altas, se quedan cortas, estiman los expertos. Las fijaban en el 3,5 por ciento.

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El Ejecutivo comunitario preveía antes del ataque que la inflación tocaría techo durante el primer trimestre y que luego caería de forma brusca. Una caída que los analistas consideran improbable.

Ben Laidler, estratega de mercados globales de Etoro, relata que la tensión geopolítica generada por Rusia supone "un triple golpe para la economía mundial, con una combinación tóxica entre una mayor inflación, un menor crecimiento económico y una mayor incertidumbre".

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