Airbus: las claves para salir bien parado del mayor fallo técnico de su historia
Airbus esquiva el grueso del castigo en bolsa tras revisar en tiempo récord la mayoría de los A320 afectados por el fallo técnico. La credibilidad del grupo, al alza
Las acciones de Airbus llegaron a hundirse este lunes más de un 10% en la Bolsa de Madrid, después de que la compañía reportara el pasado viernes, tras el cierre del mercado, un problema técnico con la familia de aviones A320, lo que afectó a unas 6.000 aeronaves.
Un fallo de software provocado por intensas radiaciones solares obligó a revisar de urgencia los aparatos en todo el mundo, en una operación sin precedentes que puso a prueba no solo la solidez tecnológica del fabricante europeo, sino también su capacidad logística y reputacional en plena temporada alta del transporte aéreo.
No obstante, la compañía se movió a toda velocidad, y este lunes al mediodía ya solo tenía por revisar 100 aviones, manteniendo operativa la inmensa mayoría de la flota y despejando las dudas iniciales, aunque el valor no pudo esquivar el castigo, si bien la acción finalizó lejos de los mínimos del día.
Pero a media tardes del lunes también trascendieron algunos problemas de calidad en el fuselaje del A320. “Airbus está adoptando un enfoque conservador e inspeccionando todas las aeronaves potencialmente afectadas, aun sabiendo que solo una parte de ellas requerirá medidas adicionales”, dijo la compañía en un comunicado, en respuesta a un informe previo de Reuters que identificaba el problema.
Esta segunda incidencia fue la que provocó la dura caída de Airbus, anunque al cierre de la sesión del lunes, los ánimos se habían calmado y las acciones cotizaban lejos de los mínimos del día.
Dado que Airbus no ha emitido un comunicado al mercado modificando su guía de entregas, el problema de los paneles parece manejable, escribieron en una nota los analistas de JP Morgan David H. Perry y Lucy Fitzgerald.
Airbus ataja rápido la crisis
En esta doble crisis, Airbus se movió rápido e informó al mercado de que la inmensa mayoría de los aviones afectados por el fallo del software ya había recibido la actualización necesaria para ofrecer garantía de seguridad en los vuelos.
La solución resultó ser una reversión a una versión previa del software que ayuda a mantener el control del avión en vuelo, y fue relativamente rápida para la mayoría de las compañías, con solo un pequeño número de aviones que requerían una atención más compleja.
“Rápidamente quedó claro que la mayoría de las aeronaves solo necesitaban revertir el software, una operación que podía completarse en unas pocas horas”, explicó Dudley Shanley, analista de aviación y viajes en Goodbody. “Esto supuso un alivio para los pasajeros y para Airbus”.
Es más, el incidente ni siquiera supuso la necesidad de que Airbus tuviera que comunicar cambios en sus guías de negocio para este año, lo que sugiere que el posible impacto financiero es “manejable”, argumenta Christophe Ménard, analista en Deutsche Bank.
¿De quién es la responsabilidad?
Ahora, está por ver de quién es la responsabilidad, pero según se desprende del informe de Deutsche Bank, el fabricante del hardware ELAC afectado, la empresa Thales, queda fuera de toda sospecha.
Es decir, el problema tuvo su origen en una vulnerabilidad de software, introducida en una actualización previa, y por tanto bajo la responsabilidad última de Airbus como integrador y autoridad certificadora del avión.
No obstante, la transparencia y rapidez con la que la empresa asumió el control técnico evitó que la crisis derivara en un problema reputacional de mayor calado.
Además, los primeros cálculos de los costes tampoco parecen estratosféricos. Según calcularon los analistas de Citi, la reversión del software podría ascender a una cifra de entre 2,5 y 7,5 millones de euros, mientras que la sustitución de los sistemas ELAC/escudos oscilaría entre 50 y 100 millones en total.
Por ahora, las consecuencias financieras para Airbus parecen contenidas. El fabricante europeo no ha modificado su guía para 2025, lo que, según los analistas, indica que la compañía sigue evaluando el impacto real o que este es manejable.
El peor escenario teórico contemplaría unos 900 aviones en tierra durante semanas, pero fuentes gubernamentales francesas apuntan a cifras mucho menores, cercanas al centenar.
Airbus saldrá reforzado
A pesar de que Airbus ha tenido que ejecutar la mayor revisión de su historia, la rapidez del constructor sugiere que saldrá reforzado en términos de reputación, explican los analistas.
La respuesta coordinada de fabricantes, aerolíneas y autoridades demostró la resiliencia de la red mundial de soporte del A320, un ecosistema que, pese a su complejidad, es capaz de absorber en tiempo récord un problema de magnitud sin precedentes, como destaca Deutsche Bank.
Además, la decisión del fabricante de anteponer la seguridad, incluso a riesgo de generar un caos operativo en plena campaña de Acción de Gracias, reforzó su credibilidad como líder global de la aviación.
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