¿Obligará la inflación a actuar a Mario Draghi antes de tiempo?

Mario Draghi acaparará todas las miradas en la reunión de hoy tras conocerse que la inflación de febrero terminó en[…]

Mario Draghi acaparará todas las miradas en la reunión de hoy tras conocerse que la inflación de febrero terminó en el 2%, el objetivo que persigue el Banco Central Europeo (BCE) y que motivó que en su logro se aprobara el Quantitative Easing y se bajaran los tipos de interés en el 0%. Pero una vez conseguido, ¿cuánto tardará el BCE en normalizar los tipos y reducir las compras? Y más cuando todavía quedan 8 meses por delante hasta el final del QE.

De momento, los expertos no esperan cambios en este encuentro, al que califican de reunión de transición. De hecho, los analistas de Allianz Global Investors esperan que el "Banco Central Europeo mantenga su posición acomodaticia en su próxima reunión del Comité de Política Monetaria. Sin embargo, el sorprendente aumento de la inflación observado en Alemania durante febrero ( 2,2% interanual) suscitará un debate sobre la relevancia del mantenimiento del programa de compra de activos por el banco central a su ritmo actual".

Anna Stupnytska, Economista Global en Fidelity International también coincide con Allianz en que "Mario Draghi continúa enfrentándose a la presión de algunos miembros de la eurozona que quieren que reduzca las medidas extraordinarias de relajación cuantitativa, mientras la inflación repunta y el bloque de la moneda única crece a su mayor ritmo desde 2011". Este es sobre todo el caso de Alemania, en donde un mercado laboral ajustado y buenas cifras de producción envían señales de presión inflacionista.

Sin embargo, hay que tener en cuenta el dato de inflación subyacente, que en la zona euro se mantiene prácticamente sin cambios en su bajísimo nivel actual" por este motivo los analistas de Allianz esperan que "el BCE repita que llevará algún tiempo que la tasa de inflación alcance su objetivo". Es poco probable que el reciente aumento de la inflación en Alemania, que se considera transitorio y no se ha observado en el resto de la zona euro, influya en las decisiones de política monetaria del BCE.

Por su parte, Antonio Salas, analista de XTB, cree que el mensaje que lanzará Draghi será optimista. "en el cual haga hincapié en que el camino seguido a lo largo de los últimos años está obteniendo sus frutos, habiendo alcanzando ya el objetivo fijado de inflación y con una situación macroeconómica consolidando su mejora".

Retirada de estímulos

Por otro lado, como destacan en Fidelity los datos de la eurozona siguen confirmar que sea necesario la retirada de estímulos. "En su conjunto la eurozona mantiene la atonía, con un mercado laboral aun relativamente débil en la periferia y sufriendo un repunte del desempleo en Italia. Mientras que las encuestas apuntan a futuras presiones sobre los precios emergentes, la inflación subyacente sigue enraizada en niveles bajos por ahora, ofreciendo una justificación al posicionamiento de Draghi". Lo más probable, por tanto, es que no haya nuevas noticias. El BCE se agarrará con firmeza a su decisión de comenzar el recorte de su programa de relajación cuantitativa en abril mientras sigue comprando bonos gubernamentales a un ritmo de 60.000 millones de euros al mes hasta diciembre. "Puede que veamos algún debate sobre la posibilidad de normalizar los tipos de depósito negativos (actualmente en el -0,40%), pero cualquier decisión dependerá de que la economía de la eurozona se siga beneficiando de la recuperación cíclica global. En cualquier caso, un cambio en la política del BCE es muy improbable hasta que los riesgos políticos relacionados con las elecciones del área euro se hayan disipado", concluyen desde Fidelity.

Ante esta situación, Goldman Sachs espera que el BCE aumente su tasa de depósito no antes de "finales de 2019", y agregó que los mejores datos económicos de la región podrían hacer que actúe más rápido. Morgan Stanley predice que la tasa se mantendrá en el nivel actual de -0,4 por ciento durante este año y el siguiente, y Bank of America Merrill Lynch ve un aumento sólo después de que el programa de compra de activos del banco central haya sido eliminado gradualmente.

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Ante la posibilidad de que se produzca un tapering, es decir, una disminución progresiva del volumen de las compras, los expertos lo descartan ya que consideran que sería prematuro y no estaría exento de peligro, "ya que la probable reacción brutal del mercado ante el fin anticipado de la flexibilización cuantitativa sería contraproducente para los objetivos del BCE". En este contexto, los analistas de Allianz no esperan ningún anuncio antes del otoño de este año.

Durante este otoño, cualquier indicador adelantado de un cambio potencial en las futuras políticas del BCE seguramente provenga de sus proyecciones sobre el crecimiento y la inflación. Una lectura optimista apuntaría a más recortes o incluso a un tapering en toda regla, pero es improbable que esto se discuta antes del segundo semestre del año puesto que los expertos coinciden en que a pesar de las perspectivas positivas, los riesgos siguen ahí. Una ralentización relacionada con el proceso del Brexit podría extenderse a través de las relaciones comerciales, siendo Alemania particularmente vulnerable en este caso. La fuerte agenda política, con las elecciones holandesas este mes y las presidenciales francesas entre finales de abril y primeros de mayo harán que Draghi sea muy cauteloso por ahora.

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