Banca privada, al alza a corto y medio plazo

Un crecimiento económico global sólido, la inflación contenida, buenos resultados empresariales y una política monetaria menos expansiva dibujan un escenario muy positivo para la banca privada en España, cuyo incremento cifran los expertos en torno al 10 por ciento para este año.

Un crecimiento económico global sólido, la inflación contenida, buenos resultados empresariales y una política monetaria menos expansiva dibujan un escenario muy positivo para la banca privada en España, cuyo incremento cifran los expertos en torno al 10 por ciento para este año.

Las condiciones positivas que impulsan el avance económico mundial también se reflejan en España. BBVA Research prevé para este año un crecimiento del 2,5 por ciento en nuestro país y para el que viene del 2,3 por ciento, lo que permitirá la creación de 900.000 empleos en los dos años y la reducción de la tasa de paro por debajo del 13,5 por ciento en 2019. 

Estas buenas perspectivas animan a los expertos a pronosticar que la banca privada en España seguirá progresando a corto y medio plazo. «El fuerte crecimiento global es un aliciente más para que la banca privada en España siga avanzando a ritmos interesantes», apunta José Ramón Aranda, director de Banca Privada de Banca March

También Francisco Gómez-Trenor, director general de Mirabaud & Cie en España, señala que «si nos centramos en la gestión de grandes patrimonios, en España hay buenas previsiones de cara al corto y medio plazo». En su opinión, la última crisis está empezando a disiparse, lo que puede abrir margen a determinadas estrategias de inversión que algunos clientes, por prudencia, han mantenido en 'stand-by' ante la alta incertidumbre. Estas estrategias podrían impulsar a corto plazo la banca dirigida a grandes patrimonios 

Su crecimiento se situaría ligeramente por debajo del 10 por ciento para este año, cuantifica José de Alarcón, director comercial de Andbank España. A su juicio, este avance estará propiciado por el progreso económico a nivel global y por la revalorización de las carteras invertidas.

En esta buena evolución hay que hacer una distinción entre la banca privada que gestiona cuentas en torno a los 300.000 euros y aquella con cuentas de dos millones de euros. Según Luis Sánchez, director general de Pictet WM en España, «este último segmento sigue caminando en 2018 hacia un mayor peso, con entidades especializadas, de capacidades globales y economías de escala y multicustodia, financieramente sólidas, que invierten permanentemente en tecnología y automatización, con predominio de gestión discrecional y mandatos muy específicos». 

EL IMPULSO DE MIFID II

Otro factor que puede impulsar el avance de la banca de grandes patrimonios en nuestro país es la implantación este año de la directiva europea sobre mercados de instrumentos financieros (MiFID II), señala José Ramón Aranda, lo que «supone un refuerzo importante a las entidades que ofrecen servicios de valor añadido de banca privada como asesoramiento patrimonial y gestión discrecional». Considera que estas entidades pueden aprovechar el nuevo marco regulatorio y competitivo para poner en valor «con transparencia y tranquilidad» los diferentes servicios de gestión patrimonial que ofrecen a sus clientes.

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No obstante, Luis Sánchez cree que tras la implantación de la directiva «es previsible algo de erosión en los márgenes, pues al cliente español todavía le cuesta pagar por el asesoramiento».

RIESGOS

Junto a las oportunidades que se le presentan al sector también aparecen ciertos riesgos que ralentizarían su avance. Estas amenazas vendrían, según el ejecutivo de Banca March, de una corrección de los mercados más profunda que «podría frenar temporalmente su crecimiento, dado que los inversores tendrán dudas en cuanto a la duración de dicha corrección, sobre todo los inversores conservadores».

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Por su parte, Gómez-Trenor no ve grandes riesgos que impliquen «un parón crítico» en el sector de la gestión patrimonial «entendida como un todo». Pero apunta dos factores que «tienen y tendrán» un alto impacto en la banca privada durante los próximos meses: la puesta en marcha de MiFID II y el compás de espera respecto a la regulación de las sicavs. Sobre ellas asegura que, aunque siguen siendo de interés para los propietarios de grandes patrimonios y la mayoría de estos vehículos continúan su actividad a la espera del nuevo marco regulatorio, «en los últimos dos años hemos pasado de un centenar de nuevos registros al año en España a apenas una decena de nuevas sicavs». 

La incertidumbre sobre su futura regulación también ha hecho que algunas de ellas se hayan liquidado y «parte de su volumen de inversión se ha trasladado a otro tipo de vehículos en Luxemburgo», revela Gómez-Trenor. Por ello, «si continúa esa incertidumbre, estos volúmenes podrían trasladarse a otros países de la UE, buscando estructuras fiscalmente eficientes, con lo que perderíamos esa importante inversión, que supone un apoyo clave para la economía española».

Otros de los riesgos vendrían, en opinión de Alarcón, de la inestabilidad política en España, generada por la posibilidad de una convocatoria anticipada de elecciones, y de un mal comportamiento de los mercados financieros mundiales. También, al igual que Aranda, cree que «una corrección severa en los mercados podría hacer salir a los clientes de sus inversiones para dejarlas en liquidez o dirigirlas hacia el mercado inmobiliario, que parce haber superado la crisis de 2008 y en los últimos años se muestra como una alternativa de inversión».

A estas contingencias se suman las que pueden afrontar determinadas entidades de banca privada debido a su necesidad de inversión. «Este negocio requiere tiempo y en España no es posible ser rentable sin un volumen de al menos 1.000 millones de euros. Por ello, habrá entidades que se replanteen si de verdad, con la inversión que deben hacer para las nuevas economías de escala necesarias por tecnología y por regulación, son rentables o no. De manera que podemos ver consolidación de casas independientes o sucursales extranjeras que no consigan masa crítica», advierte el director general de Pictet en España.

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SUBIDA DE TIPOS DESCONTADA 

Lo que apenas afectará al desarrollo de la banca privada será la subida de tipos de interés por parte del la Fed y del BCE, aseguran los expertos, ya que «estas subidas están ya descontadas por los mercados. De hecho, suponen una normalización de la política monetaria y con ellas recuperaríamos opciones de inversión», señala José Ramón Aranda.

José de Alarcón también cree que, aunque la subida de tipos es un evento que impacta en los mercados, especialmente en renta fija, «los bancos centrales están siendo cuidadosos a la hora de comunicar su planificación respecto a la subida de tipos y el mercado va descontando este factor».

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