IBEX 35. Cuánto habría ganado invirtiendo 100 euros en Pharmamar hace cinco años

Los títulos de Pharmamar desarrollaron una alta volatilidad en los últimos cinco años, pero la mejora de negocio y resultados se convirtió en un rally que tuvo en la vuelta de la compañía al IBEX 35 su último hito

Pharmamar se dispara cerca de un 900% en los últimos dos años, pero para llegar hasta este rally, que ha supuesto para la biofarmacéutica su retorno al IBEX 35, el valor llegó a tocar suelo en los últimos cinco años.

Desde abandonar el IBEX 35, cotizando bajo el nombre de Zeltia, la biofarmacéutica ha sorteado fiascos empresariales con fármacos sin recibir las autorizaciones de comercialización y agarrándose al Yondelis como único medicamento rentable.

Entre las dificultades estuvieron los números rojos, presentes hasta el pasado curso, y que ahora parecen algo del pasado al dispararse los beneficios hasta los 114 millones de euros en el primer semestre.

Retornos de 120 euros

El inversor que mantuviese su apuesta hace cinco años o que decidiese entrar en el valor en 2015 confiando en una recuperación de negocio y una mejora de la cotización roza recuperar su apuesta.

Con una inversión de 100 euros, se obtenían 24 títulos en aquellos años con la acción en 4,135 euros. En estos momentos, esa posición cuenta con una revalorización del 121% y un valor de mercado de 220 euros, tras realizarse un contrasplit donde 12 títulos antiguos pasaron a uno nuevo. 

La ganancia bruta serían unos 120 euros, y descontando los impuestos, el beneficio se queda en 92,4 euros al aplicar la fiscalidad correspondiente, del 0,23%.

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La directiva de Pharmamar, la gran beneficiada

Un importe jugoso por una pequeña apuesta, nada comparable con lo embolsado por los gestores de la compañía con presencia en el accionariado.

La cúpula de la ‘biotech’ mejoró su posiciones y ganancias en 167 millones de euros en el primer semestre incluido el pago de dividendo después de 12 años de suspensión.

El presidente de la biofarmacéutica gallega y máximo accionista de la misma con una posición del 6,43%, José María Fernández de Sousa, fue el mayor beneficiado. El valor de sus títulos en el mercado pasaron de los 51,68 millones a los 107,37 y por el dividendo ingresó 572.653 euros.

Fernández de Sousa sumó a su cartera 889.710 de euros adicionales, el importe de su sueldo anual, por la aprobación inicial para la comercialización de la lurbinectidina en los Estados Unidos. En caso de lograr los objetivos pactados con su socio en el país, Jazz Pharmaceutical, volvería a percibir el mismo importe.

Monsterrat Andrade y Rosa Ortega, al achecho

A cierre de semestre, el segundo accionista de la compañía era Rosp Corunna, el vehículo inversor de Sandra Ortega, con un circulante del 5%.

La hija del fundador de InditexAmancio Ortega, decidió continuar con la apuesta lanzada por su madre, la fallecida Rosalía Mera, fundadora también de Inditex, y solo hasta junio su participación se incrementó en más de 40 millones de euros hasta los 83,49 millones. Por el dividendo se embolsó 445.298 euros.

La consejera de la biofarmacéutica, y ahora segunda accionista de la compañía y mujer del presidente, Montserrat Andrade Detrell, poseía en el primer semestre el 4,65% de las acciones, 10.3535,192 títulos, lo que le reportó un incremento de posición hasta los 40 millones de euros, en los que se incluyen 414.127 euros por el dividendo. Su posición se ha incrementado y ahora es la segunda accionista con un 5,05%.

Todo por la lurbinectidina y el Aplidin

El giro radical en el negocio de Pharmamar y en la cotización del valor reside en la lurbinectidina y la aplidina.

Los 114 millones de euros de beneficios alcanzados en los seis primeros meses del año se deben al acuerdo con Jazz Pharmaceutical para distribuir el antitumoral Zepzelca, lurbinectidina, en los Estados Unidos.

El acuerdo puede suponer hasta 1.000 millones en ingresos para Pharmamar y ya han solicitado su comercialización en Canadá. Por otro lado, espera ofrecer los resultados del estudio Atlantis, sobre este compuesto, que abriría las puertas para solicitar la aprobación de la autoridad sanitaria europea, la EMA.

El Aplidin contra el coronavirus está a las puertas de la fase tres tras demostrar la eficacia y seguridad necesaria para acceder a la última fase de ensayo previa a la comercialización masiva.

La compañía espera que la FDA estadounidense y la Agencia Española del Medicamento sean las primeras en acceder a implementar la última fase del Aplicov y estiman que para septiembre de 2021 se pueda comercializar a nivel mundial.

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