Gobierno regional no invertirá en Tinamenor pero ayudará si hay viabilidad

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota (PSOE), ha asegurado hoy que el Gobierno regional no entrará[…]

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota (PSOE), ha asegurado hoy que el Gobierno regional no entrará en el accionariado de la empresa Tinamenor SL, pero sí está dispuesto a "apoyar" si se presenta un plan de viabilidad "serio" y existe un inversor "solvente".

A preguntas de los periodistas tras asistir en Torrelavega a la reunión de la Mesa del besaya, Sota ha declarado que el Ejecutivo actuara de la misma forma que con Sniace, ya que considera que el Gobierno "no puede sustituir a los inversores".

Ha insistido en la necesidad de que la dirección de Tinamenor SL presente un plan de viabilidad "razonable" con carácter previo a que el Gobierno estudie la fórmula de ayuda.

Tinamenor presentó al Consejo de Gobierno de Cantabria una propuesta de rescate, estimando que las necesidades financieras para preparar la campaña de 2017 es de 3,7 millones de euros, a sumar a los 3,9 necesarios para su modernización.

Por su parte, el consejero de Industria, Francisco Martín, ha detallado que su departamento junto a los de Medio Rural y Economía, así como los ayuntamientos implicados, mantiene "contactos permanentes" con el fin de buscar una solución a la crisis de la empresa.

Ha asegurado que los problemas de la empresa derivados de la fuerte mortalidad producida por una patología vírica llamada nodavirus que afecta a las larvas de dorada "no facilitan" el inicio de la campaña y tampoco la situación financiera de la firma.

Ha recordado que la empresa tiene planificado un "vaciado sanitaria" con el fin de superar la patología vírica que afecta a las larvas, con la intención de superar el problema y retornar a la cría de alevines cuando sea posible de cara a la campaña de 2017.

La empresa detalló ayer en un comunicado que, además de las "gravísimas consecuencias" para la producción, el problema surgido genera un "daño mayúsculo comercial", que obligó a Tonamenor a "renunciar forzosamente" a la campaña comercial de 2016 por la imposibilidad de producir peces no infectados por nodavirus.

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