Resultados y coronavirus. Las cinco claves en que se centrarán los inversores

La crisis del coronavirus hará muy complicado interpretar las cifras de resultados pero los inversores se centrarán en aspectos como los dividendos, las recompras, los bonus de los directivos o las proyecciones de beneficios

Los resultados del primer trimestre que las grandes compañías de EE.UU. y Europa comenzarán a presentar a partir de esta semana mostrarán ya, aunque todavía no de lleno, el duro impacto del coronavirus en las cuentas de pérdidas y ganancias.

La cifras no serán buenas, aún cuando enero y buena parte de febrero fueron meses normales. Pero los confinamientos y el parón de la actividad económica si hicieron daño en marzo, junto con la escalada del desempleo y el desplome de los mercados.

A diferencia de lo que ocurriría con una recesión cíclica clásica, “esta vez el sector servicios será el más afectado, y en nuestras economías representa del 70% al 80% del PIB”, dicen sobre el impacto los gestores de Carmignac.

"Obviamente, va a ser una temporada de resultados terrible", recuerda Aaron Barnfather, jefe de renta variable europea en Lazard Asset Management.

En su opinión, "las economías occidentales no han sufrido este tipo de ataque al corazón prácticamente en su historia”. O al menos desde la Segunda Guerra Mundial.

El problema es que lo que ha sucedido es tan excepcional que los inversores están en las tinieblas y no podrán confiar al 100% en lo que muestren las empresas.

Aún así, escrutarán las cifras y las previsiones para los próximos ejercicios, con especial atención a cinco aspectos.

1.- Perspectivas de beneficios

Los analistas llevan ya un tiempo recortando sus proyecciones y poniéndose en el peor de los escenarios. Desde finales de febrero, las estimaciones de beneficio por acción para las empresas europeas se han reducido de media un 14%.

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Para los analistas de UBS, el tema estrella entre los inversores será la evolución de los beneficios. En concreto, esperan ver una caída agregada en el Viejo Continente del 33% en 2020, además de un desplome del PIB del 4,5%.

No obstante, los economistas del banco suizo pronostican una recuperación a partir de la segunda mitad de este año y una vuelta al crecimiento de los beneficios en 2021, cuando aumentarán el 1,8%, siempre que los confinamientos no se extiendan más allá de mayo.

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Estas son precisamente las cuentas que se hará el mercado, con los inversores tratando de dilucidar si con los datos que hay sobre la mesa, es posible volver pronto a los números verdes.Quizás la mejor noticia es que ya queda poco malo por descontar.

Y es que tras el reciente rally de las bolsas, Laurent Douillet, analista de Bloomberg Intelligence, calcula que los precios de la renta variable descuentan ya un rebote de entre el 10% y el 15% en los beneficios de 2021.

Es decir, los mercados han anticipado ya las buenas noticias que llegarán.

2.- Dividendos

El objetivo último de cualquier empresa es ganar dinero para repartirlo en forma de dividendo entre sus propietarios, los accionistas. Y aquí es precisamente donde hará daño el coronavirus, en los dividendos, que estarán sometidos a mucha presión.

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Muchas compañías han anunciado ya recortes del dividendo, y otra tantas harán lo propio en las presentaciones de resultados.

Alberto Tocchio, gestor de la firma Colombo Wealth, cree que los minoristas, los fabricantes de artículos de lujo, los de automóviles y las firmas de consumo discrecional tienen todas las papeletas para suspender dividendos.

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Respecto a las compañías europeas, los economistas de JP Morgan señalan hoy hasta 30 empresas que podría terminar por recortar dividendos en 2020. Entre ellas están Bankia, BBVA, Bankinter, UBS, Credit Suisse, Arcelormittal o Applus Services.

A diferencia de sus comparables estadounidenses, las empresas europeas han sido rápidas a la hora de recortar o suspender dividendos.

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Al menos 141 compañías del Eurostoxx600 cancelaron o retrasaron los pagos a sus accionistas desde mediados de marzo, cuando en el S&P500 apenas llegan a 16 firmas.

Con todo, Peter Oppeheimer, estratega de Goldman Sachs, cree que el jarro de agua fría de los dividendos durará solo un año. Y es posible que vuelven en 2021 a medida que se recuperen los beneficios.

3.- Balances. ¿Qué se mirará más?

Evidentemente, con la economía global marchando hacia una recesión incluso más dura que la vivida en 2008, los inversores prestarán mucha atención a aspectos cualitativos del balance, como los niveles del flujo de caja o el apalancamiento.

“Tenderemos a buscar más la calidad y a detectar cómo cambian las dinámicas del cash flow en este entorno más complicado”, dicen en Lazard AM. En particular, apuntan, “trataremos de evitar las compañías que tengan que ampliar capital”.

Es decir, el mercado querrá ver balances saneados y poca o ninguna posibilidad de incrementar el endeudamiento. En pocas palabras, unas ratios financieras saludables (como la deuda/ ebitda) que permitan afrontar con garantías un futuro mucho más incierto.

De hecho, el indicador iTraxx Europe (que mide el riesgo de quiebras corporativas) lleva cayendo desde los máximos que alcanzó el 18 de marzo en los 138 puntos, hasta los actuales 78 puntos.

4.- Recompras

Aunque las recompras de acciones son mucho más populares en Estados Unidos que en Europa, lo cierto es que la crisis hará que este tipo de operaciones sufran igualmente un buen recorte.

Alberto Tocchio espera una reducción de entre el 40% y el 50% en recompras europeas en 2020 y una desaceleración significativa en los próximos años.

El banco británico HSBC fue uno de los primeros en anunciar la suspensión de su programa de recompra de acciones propias, tras sufrir presiones de los reguladores.

Y el fabricante de bebidas Diageo ha sido uno de los últimos en sumarse al carro. Es previsible que otras tantas empresas anuncien decisiones en este sentido durante las presentaciones de resultados.

5.- Bonus de los directivos

Es posible que durante estas presentaciones de resultados, muchas compañías anuncien que sus ejecutivos o bien se han rebajado el salario o han renunciado a sus bonus. Si las compañías se han visto obligadas a reducir o recortar salarios de sus empleados, no sería extraño.

Este es un aspecto completamente cualitativo pero que los inversores también tendrán en cuenta. “La manera en que las compañías tratan a sus plantillas es importante para saber la cultura de cada empresa”, dice Chris Bailey, del bróker Raymond James.

 

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