Ventas a corto. ¿Es necesario que sigan prohibidas?

Algunos expertos aseguran que la decisión de la CNMV de prorrogar un mes el veto a las ventas a corto no es necesaria ya que los niveles de volatilidad no son tan altos como al inicio de la pandemia y, además, ponen en duda su efectividad

La prohibición de vender posiciones cortas en los valores bursátiles se alarga un mes más. Así lo estableció este jueves la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), después de que el pasado 13 de marzo ya lo hiciera con el objetivo de frenar la sangría que experimentaron las bolsas. En aquel momento, el IBEX 35 se había desplomado en la sesión anterior un 14% y se había hundido hasta los 6.391 puntos.

El objetivo continúa siendo el mismo: limitar una actuación que afecta al normal funcionamiento de los mercados y que puede provocar aún más caídas en un contexto en el que la actividad económica permanece paralizada. 

Pero los altos niveles de volatilidad que sufrió el selectivo español al inicio del brote no son los mismos que los de la actualidad. De hecho, los estrategas de JP Morgan apuntaron esta semana que estos cambios de precio en los mercados de acciones y bonos alcanzaron unos niveles que podrían impulsar avances en vez de generar turbulencias. Por ello, algunos expertos rechazan esta decisión tomada por el regulador.

“En este momento el mercado no sigue teniendo tanta volatilidad para justificar la permanencia de esta prohibición”, asegura Tomás Merina, analista de mercados. “Tuvo sentido cuando explotó la pandemia y el mercado se volvió excesivamente volátil, pero ahora está ya más tranquilo y en recuperación”, añade.

Para este experto se trata de una decisión “más política que técnica” que, en cualquier caso, tendría que suponer ya “la última prórroga”. Sin embargo, la CNMV no descarta que se anuncie una nueva el próximo 18 de mayo. “Esta extensión puede alargarse por períodos renovables no superiores a 3 meses si se mantienen las circunstancias”, apunta el organismo.

En esta misma línea, Aitor Méndez, analista de IG, señala que, pese a que ahora las aguas bajan más tranquilas "los reguladores todavía consideran que las condiciones de mercado siguen justificando su mantenimiento". De esta forma, anticipan un escenario en el que el ambiente no se ha calmado, "sino que nos encontramos en el ojo de un huracán y que todavía quedan nuevos episodios de ventas masivas por venir", indica. 

Sin embargo, este experto también destacar que, más allá de efecto en sí mismo de la prohibición de las operaciones en corto -que no deja de ser posicionarse a la baja-, el establecimiento de estas medidas sí que tiene un efecto psicológico: "Manda un mensaje importante al mercado de que el regulador no está dispuesto a que la situación se convierta en una carnicería, en una situación de 'cuanto peor, mejor'", asevera. 

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Las bolsas, en contra

La Federación Mundial de Bolsas (The World Federation of Exchanges, WFE por sus siglas en inglés) ya se mostró en contra de esta medida a finales de marzo por ser perjudicial para los mercados y no lograr el efecto deseado.

“Prohibir las ventas en corto interfiere con la formación de precios, lo que aumenta la incertidumbre. Eso solo puede amplificar artificialmente la volatilidad y la probabilidad de incumplimiento, el efecto contrario al que se afirma y ​​obstaculiza la capacidad de los mercados para servir a la economía real”, explicó Nandini Sukumar, CEO de WFE.

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Para este organismo las prohibiciones de venta a corto plazo no permiten que el mercado evolucione y evita que los inversores operen de la manera más efectiva posible. Por lo tanto, señala, la información de precios es menos precisa.

Méndez entiende el descontento este organismo. "Tal y como alega, supone una notable distorsión en la formación de precios. El hecho de que las bolsas bajen debería ser tan natural como el que suban, ya que las circunstancias del mercado son cambiantes y, por lo tanto, la valoración de las empresas también", insiste.

Este experto cuestiona la efectividad de esta medida de la CNMV. Para ello alega que mercados que no han impuesto este tipo de restricciones en el último mes, como el alemán o el estadounidense, han registrado subidas mayores en las últimas semanas, más que otros que sí lo han hecho como el francés, el italiano o el español.

 

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