¿Es hora de cambiar las letras del Tesoro por bonos? 

La rentabilidad de las letras del Tesoro vive un goteo a la baja, por lo que algunos expertos aconsejan alargar la duración de una parte de la deuda soberana en cartera

La primera subasta de letras del año, celebrada este martes, ha dejado una nueva prueba del goteo a la baja que viven las rentabilidades de la liquidez desde finales de octubre pasado. 

En concreto, las letras a un año se colocaron a un interés del 3,293 por ciento, frente a los máximos del 3,862 por ciento cosechados en octubre (en torno a medio punto menos); mientras que las letras a seis meses lo hicieron a un retorno del 3,580 por ciento, por debajo de los máximos de 3,823 por ciento logrados en septiembre. 

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Y todo parece indicar que se trata de una tendencia que va a continuar, ante la rebaja de los tipos de interés oficiales que, en mayor o menor medida, se espera en algún momento de 2024. 

¿Conviene sustituir las letras del Tesoro por bonos u obligaciones?

En ese sentido, los inversores se están preguntando si no conviene ir sustituyendo las letras del Tesoro por deuda soberana de más largo plazo, para garantizarnos los intereses atractivos que se pagan actualmente durante más tiempo. 

“De esta manera, nos aseguramos un flujo de intereses elevados durante un tiempo largo, sin importar si el BCE reduce los tipos , además con la seguridad de que podemos vencer fácilmente a la inflación”, relata Pedro Ruiz, experto de Kelisto. 

Y es que los bonos y obligaciones del Estado, de plazos a partir del año de duración, también están viviendo una evolución similar, con rentabilidades a la baja.  

Por eso, si optamos por comprar letras del Tesoro a un año, ahora, podemos encontrarnos con que la deuda pública paga intereses muy inferiores (tanto en letras como en bonos) cuando queramos renovar la inversión, dentro de un año. 

¿Comprometer el dinero a largo plazo? 

Si bien, comprar bonos u obligaciones requiere comprometer el dinero a más largo plazo que las letras, lo que no siempre es posible o apetecible. 

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“La diferencia entre los bonos y las letras es que los primeros aseguran una rentabilidad a más largo plazo en un contexto de incertidumbre. Por contra, obligan a acometer inversiones más largoplacistas", recuerda Sofía Antón, directora de Aurigabonos.  

Debate entre los expertos

Asimismo, también hay expertos que descartan una caída de los intereses tan rápida como para aconsejar un cambio en la duración de las carteras

Es el caso de Antonio Castelo, analista de iBroker, que resta importancia a los recortes de la rentabilidad vividos en los últimos dos meses. 

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“Es verdad que, desde los máximos alcanzados en septiembre y octubre, las rentabilidades de la deuda soberana han bajado. Sin embargo, yo creo que no podemos afirmar con rotundidad que vayan a seguir cayendo”, apunta. 

De hecho, este experto recuerda que la subasta del martes se colocó a una rentabilidad media solo 1,2 puntos básicos inferior a la anterior, "lo que es nada teniendo en cuenta que el Tesoro ha colocado algo más de cantidad”, asevera. 

“Dicho esto, es verdad que si el BCE decide ir bajando los tipos de referencia habrá que ir pensando en invertir en plazos más largos… Pero no veo los tipos de referencia bajando pronto, ni los veo bajando mucho”, insiste este experto, quien pronostica que no se van a producir más ajustes a la baja hasta que el BCE no mande señales de una inminente bajada de tipos. 

Así las cosas, Castelo extrae la siguiente conclusión: "Para cierto perfil de inversores (para aquellos que prefieren invertir en estos plazos cortos), todavía se puede seguir invirtiendo en letras a un año obteniendo una buena rentabilidad. Lo que evidentemente no se va a poder es esperar obtener rentabilidades sustancialmente mayores en plazos cortos". 

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