La fusión de Orange y Másmóvil enseña la puerta de salida en España a Vodafone

Vodafone encara un entorno complicado y de fuerte competencia en los tramos más duros del mercado. Su salida de España es el giro de timón más viable

La fusión que negocian en exclusiva Orange y Másmóvil supuso un duro revés para Vodafone y colocó al gigante británico ante la duda tesitura de plantearse su salida del mercado español, según las fuentes consultadas por finanzas.com.

Empeñado en ser parte activa de la necesaria consolidación sectorial que reclaman los inversores y que ahora están alentando los reguladores, a Vodafone se le están torciendo todos los planes.

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El grupo británico acaba de rechazar una oferta para vender su filial italiana a Iliad por 11.250 millones de euros, pero ahora tendrá que repensar su estrategia ante la evidencia de que en España hay poco que ganar. Será la tercera teleco del país con muchos cuerpos de distancia respecto a Orange y Telefónica.

Las caídas del 4,8 por ciento con las que cerró Vodafone en la Bolsa de Londres el martes tras conocerse la operación de Orange y Másmóvil y los descensos cercanos al 1 por ciento que cosechaba este miércoles el grupo, ajeno al gran rebote del mercado, reflejan la preocupación de los inversores por la estrategia corporativa de Vodafone.

La fusión de Orange y Másmóvil en España fue analizada en el podcast de cierre de mercados de finanzas.com para la sesión del 8 de mazo con el gestor de Rreto Magnum Sicav, José Lizán (VIDEO: FINANZAS.COM).

Vodafone va a sufrir muchísimo

“Vodafone es el gran perdedor y va a sufrir muchísimo con esta operación corporativa”, dijo en el podcast ‘El Cierre’ de finanzas.com José Lizán, gestor de Rreto Magnum Sicav.

El grupo podría haber extraído más sinergias a la operación de Másmóvil, hasta 450 millones en tres años según las cifras que han trascendido, pero ahora no está claro que pueda alcanzar estas cifras.  

Si la fusión entre Orange y Másmóvil sale adelante, “Vodafone se queda en una posición mucho más débil y no se puede descartar que se vaya de España”, apuntó Lizán.

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Este es otro de los escenarios que baraja Juan Peña, analista de GVC Gaesco Valores, que “Vodafone sea adquirida por un tercero, ya sea en una operación industrial o por un grupo financiero”.

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“La operación de España no ha salido y la de Italia la han rechazado, así que toca decidir cuál es el rumbo de la compañía ya que la situación es muy delicada”, dijo Peña.

Competir con lo más duro del mercado

Los expertos consultados creen que Vodafone tiene una papeleta importante para seguir compitiendo en España. La compañía ha perdido todo el segmento alto de clientes, que se lo ha quedado Telefónica y algo Orange, como consecuencia de la televisión y el fútbol.

Su cuádruple play, de fibra, móvil, fijo y televisión es de menos calidad, todos sus competidores le han comiendo la tostada y “se ha quedado triturado en la base alta de clientes de más ingresos medios”, dijo Lizán.

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En la parte baja y media, la competencia es todavía más feroz ya que hay muchas operadoras y los ingresos y los precios son muchos más bajos.

Por eso, Vodafone, se ha quedado en la parte donde más competencia hay y donde más difícil es ganar clientes. De hecho, es la zona donde Másmovil ha arrasado en los últimos años.

La peligrosa deriva de Vodafone empezó con la digestión de ONO

En cierta forma, lo sucedido en España es un varapalo en toda regla para Vodafone, que llevaba meses detrás de la operación.  “Es como el juego de la silla, había tres empresas bailando y una se ha quedado de pie. Además, es la compañía con una posición más débil”, añadió Peña. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

En realidad, es una mezcla de razones. “Se junta por un lado el orgullo de Vodafone, que pensaba que estaba muy consolidada y no ha querido ceder en nada, con el empuje de Orange”, relata a finanzas.com un veterano analista del sector.

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En efecto, la operadora francesa ha preferido ceder en el corto plazo con una joint venture al 50 por ciento y dejando el CEO de Másmóvil por tres años antes que la operación se la llevase Vodadone, explican las mismas fuentes.

En opinión de Peña, la estrategia de fusiones y adquisiciones de Vodafone en España durante los últimos años “es un desastre absoluto”.

El principio del fin viene con la compra de ONO, que no era mala en sí misma. El problema fue la digestión de la operación y la integración del grupo. Vodafone tomó la decisión de suprimir la marca, que estaba muy reconocida comercialmente y tomó decisiones cuestionables con la red.

No supieron gestionar bien la red fija, se obcecaron con el cable cuando la tendencia era invertir en fibra, y ahora tienes una empresa que ha perdido 500 millones de ebitda en los últimos cuatro años y que vale menos de lo que valió solo la compra de ONO, explicaron las fuentes consultadas.

Los escenarios que se abren para Vodafone

Con este panorama, una de las decisiones más racionales que podría tomar Vodafone es la salida del mercado español.

Si el gigante británico decidiera quedarse, Peña ve dos escenarios alternativos la huida. En primer lugar, que Vodafone sea aún más agresivo comercialmente para seguir básicamente molestando a los demás.

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La segunda opción pasa por asumir que el mercado se ha reducido para convertirse en lo que se conoce en el argot como una “vaca lechera”, es decir, una generadora de caja. Esto lo haría ejerciendo menos presión competitiva.

Sería una operadora más pequeña, pero con un único objetivo entre ceja y ceja, ser la más rentable, mediante la reducción de las inversiones, el impulso del margen ebitda y la generación de caja para la matriz.

La última alternativa pasa por olvidarse de España, en cierta forma como está haciendo Telefónica con sus filiales de América Latina, a las que destina las mínimas inversiones, y buscar un private equity, que apueste por la compañía y esté dispuesto a mantener la marca comercial.

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