La crisis del 30%, también en los pisos

  España aún no está en crisis. Crecemos menos. Pero incluso los peores pronósticos se "conforman" con augurar crecimientos más[…]

 

España aún no está en crisis. Crecemos menos. Pero incluso los peores pronósticos se "conforman" con augurar crecimientos más bajos este año y también el próximo. Todavía nadie ha hablado de "recesión" en España, ni siquiera de "recesión blanda", como el FMI acaba de pronosticar para Estados Unidos. Ni siquiera se habla de caídas del PIB español, como la del 1 por ciento que sufrió en 1993 (¡eso sí que fue una recesión de verdad!) Y el propio FMI acaba de pronosticar que España será de los primeros países en recuperarse, para volver a marcar crecimientos del 3 por ciento en 2010. Para Italia, por poner un ejemplo vecino, el FMI pronostica que ese mismo año también se recuperará, para crecer... al 1 por ciento. Eso, sin contar el efecto Berlusconi (en los seis años en los que Il Cavaliere fue primer ministro, Italia creció a una media anual del 0,7 por ciento, lo cual no evitó que él se convirtiera en el segundo hombre más rico del país).

Si se cumplen estos pronósticos para la economía española, cada vez más parecidos a los del mismísimo Pedro Solbes, no estaría tan mal.

Sin embargo, en el ambiente suenan cifras más preocupantes. Hay varias empresas que ya me hablan de descensos del 30 por ciento en su facturación durante el primer trimestre. Un taxista y un "gasolinero", por poner dos ejemplos totalmente "a pie de calle", citaron también el 30 por ciento como descenso en sus ventas respecto a las de hace un año.

¿Y la vivienda? Desde hace tiempo, diversos organismos nacionales e internacionales han señalado que, en lo más alto del ciclo inmobiliario, la vivienda estaba sobrevalorada entre un 20 y un 30 por ciento en España. Ya vemos que las últimas cifras oficiales del Ministerio del ramo indican que la vivienda sólo ha subido un 4 por ciento en los últimos doce meses, lo que, comparado con una inflación del 4,5, supone que, por primera vez en una década, la vivienda cae de precio en términos reales.

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Pero son medias. Lo cierto es que proliferan informes de caídas de precios en cada vez más emplazamientos y tipos de vivienda. Además, ¿cuánto cae la vivienda que lleva meses, o incluso más de un año, con el cartel de "se vende" amarilleando en el balcón o en el portal? Esa vivienda, suponiendo que su precio teórico siga siendo el mismo, ya se ha devaluado un 4,5 por la inflación, a lo que había que sumar un porcentaje similar por el coste de oportunidad de no tener ese dinero colocado, por ejemplo, en un depósito a un año de plazo o en un fondo de inversión conservador bien capaz de rentar entre un 4 y un 5 por ciento al año. Por no hablar de gastos de comunidad, mantenimiento, impuestos: quizás otro uno por ciento adicional. Ya estamos en el entorno del 10 por ciento de pérdida en términos reales. Y eso suponiendo que el precio teórico del inmueble no ha bajado. Pero si en la zona ya es están vendiendo pisos similares un diez o un quince por ciento más baratos, nos acercamos al 20 o 25 por ciento de pérdida... suponiendo que se venda el piso ahora. Porque si el piso no se vende, ¿qué porcentaje de retroceso habrá que añadir?

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