Huelgas contra la Bolsa

 Se están fraguando unos días de fuerte conflictividad y tensión social. La huelga de transportes, incubada en varios países europeos,[…]

 Se están fraguando unos días de fuerte conflictividad y tensión social. La huelga de transportes, incubada en varios países europeos, llegará a España con los primeros días de junio. Y el gobierno tiene poco margen de maniobra para atender la demanda de los transportistas, acuciados por la imparable subida de los precios del petróleo. España es uno de los países que aplica menores impuestos al gasoil y, de otra parte, la Unión Europea no permite fácilmente que se den condiciones de privilegios a determinados sectores.

La tensión que va a provocar la huelga de los transportistas sacudirá a un mercado de valores que, en las últimas jornadas, ha mostrado una gran sensibilidad por los malos datos macroeconómicos y la pobre marcha de la economía en general. La huelga, además, va a afectar de manera muy directa a algunos sectores y a algunos valores en particular. Es necesario, por tanto, adelantarse a esa situación, a esta nueva sacudida del petróleo que, con su continuo precio ascendente, está poniendo en jaque no sólo a los mercados, sino también a la economía mundial.

Parece, por tanto, que el mercado bursátil se tomará un tiempo hasta que se aclare un poco la tendencia de la economía y afloje la esperada tensión social. Es verdad que lo peor ha pasado para la Bolsa y no así para la economía. Pero la capacidad de esta última para arrastrar a la baja a la Bolsa no tiene límites, especialmente en una situación como la que nos encontramos, en la que el Ministerio de Economía da muestras de estar desbordado por el continuo aguacero de malos datos.

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