¿Ha pasado lo peor?

¿Ha pasado lo peor? Nadie lo sabe con certeza. Algunos analistas creen que sí, que las ventas masivas de enero[…]

¿Ha pasado lo peor? Nadie lo sabe con certeza. Algunos analistas creen que sí, que las ventas masivas de enero no volverán a repetirse. Incluso, llegan a afirmar que el selectivo puede superar los 15.000, los 15.500 e, incluso, acercarse a los niveles récord que alcanzaba el Ibex-35 en noviembre, por encima de los 16.000 puntos. Argumentan que los precios a los que cotizan las acciones españolas descuentan caídas de beneficios y éstas no van a producirse. A su juicio, lo normal es que se reduzca el diferencial entre los precios de las acciones y el escenario real. Eso significa que en los próximos meses tendrán lugar subidas importantes en las cotizaciones.
 
Ésas son las previsiones más optimistas. Hay otros expertos que piensan que la confianza no ha regresado aún a los mercados de renta variable. A su juicio, las subidas recientes se deben a la ausencia de sorpresas negativas en el terreno financiero. Pero recomiendan prudencia: el panorama económico español no es el más favorable y se siguen revisando a la baja los beneficios por acción. El petróleo también se ha convertido en un importante obstáculo para la renta variable. Las bolsas se habían acostumbrado a un crudo caro, pero un barril ya camino de los 130 dólares es algo con lo que es difícil lidiar: los costes de las empresas se aceleran, la inflación se dispara y a los bancos centrales les es más difícil apostar por las bajadas de tipos. A juicio de los expertos más pesimistas, los inversores todavía no tienen motivos para recuperar la confianza y, por lo tanto, no asistiremos al menos, de momento, a una recuperación sostenida de los mercados de renta variable.
 
¿Qué hacer? Mantenga la cautela y esté pendiente de las noticias sobre la economía americana y sobre las empresas. Cuando se vayan conociendo buenas noticias de la primera y se terminen las revisiones a la baja de los beneficios empresariales, entonces la bolsa comenzará a subir con más confianza y de manera más consistente. También será fundamental que la volatilidad se estabilice y que el mercado interbancario se relaje. Porque si el dinero no fluye, no hay nada que hacer.
 
De todas formas, tampoco hay muchos motivos para la alarma. Si lo peor son las ventas masivas que llevaron al Ibex a los 12.000 puntos, eso sí ha pasado ya. Al menos en eso es en lo único en lo que coinciden los analistas bursátiles.
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