El FMI recorta otra vez a Calviño. Retrasa a 2023 el PIB precovid

El PIB español crecerá un 5,8%, 6 décimas menos que lo calculado por el FMI en octubre. Calviño defiende un 7% en sus previsiones para 2022

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha enfriado las perspectivas de crecimiento para la economía mundial, en general, y para la española, en particular, para este 2022. El organismo aplicó un nuevo recorte a las previsiones de la vicepresidenta Nadia Calviño, que sirvieron de base para la elaboración de los presupuestos generales del Estado.

De acuerdo con el informe, la economía española crecerá este año el 5,8 por ciento, confirmando el dato adelantado en diciembre, pero supone seis décimas menos que en las anteriores estimaciones publicadas en octubre, cuando fijó la evolución positiva del PIB en el 6,4 por ciento para 2022.

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Por el lado positivo, la economía española crecerá por delante de otras grandes economías, según el organismo internacional, ya que en 2022, el PIB del Reino Unido crecerá el 4,7 por ciento; el de Alemania, un 3,8 por ciento; mientras que la economía francesa crecerá el 3,5 por ciento y la italiana, el 3,8 por ciento.

Lejos de las previsiones del Gobierno

Más allá de estos datos, las cifras comunicadas por el FMI vuelven hacer sangre en las previsiones con las que el Gobierno elaboró los presupuestos generales del Estado. Según las cuentas públicas de España, la economía crecería un 7 por ciento.

En cambio, los cálculos del FMI están en línea con lo publicado por otros organismos. Recientemente, BBVA Research fijó en el 5,5 por ciento el porcentaje de crecimiento de la economía española para 2022, en línea con las estimaciones de Funcas, del 6 por ciento.

Para 2021, las estimaciones del Gobierno arrojaban un crecimiento del 6,5 por ciento, mientras que el FMI lo calcula en un 4,9 por ciento, por detrás de Italia y el Reino Unido y de la media de la zona del euro, que se sitúa en el 5,2 por ciento, lo que refleja la debilidad de la economía española.

El FMI rebaja el crecimiento mundial

El FMI también señala que el crecimiento global se modere del 5, por ciento en 2021 al 4,4 por ciento en 2022, medio punto porcentual menos para 2022 que en la edición de octubre.

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Esta revisión refleja en gran medida las rebajas previstas en las dos economías más grandes.

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Así, la economía de los Estados Unidos crecerá un 4 por ciento en 2022 y un 2,6 por ciento el siguiente año. Esto se debe a que en la revisión se eliminó el paquete de política fiscal "Build Back Better" de la línea de base.

La retirada temprana de la acomodación monetaria y la continua escasez de suministro produjeron una revisión a la baja de 1.2 puntos porcentuales para los Estados Unidos.

En China, las interrupciones inducidas por la pandemia relacionadas con la política de tolerancia cero contra el Covid 19 y el estrés financiero prolongado entre los promotores inmobiliarios han inducido una rebaja de 0,8 puntos porcentuales hasta el 4,8 por ciento este año.

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Por otra parte, se espera que la inflación elevada persista por más tiempo de lo previsto como consecuencia de las continuas interrupciones en la cadena de suministro y los altos precios de la energía previstos en 2022.

Suponiendo que las expectativas de inflación se mantengan bien ancladas, ésta debería disminuir gradualmente a medida que disminuyan los desequilibrios entre la oferta y la demanda. También al ritmo con el que la política monetaria en las principales economías tome cartas en el asunto.

Asimismo, se espera que el crecimiento global se desacelere al 3,8 por ciento en 2023, dos décimas más que lo calculado en octubre.

Persistencia de los riesgos

Esto no supone que no hayan desaparecido los riesgos. Éstos estarían relacionados con la aparición de nuevas variantes de coronavirus, que podrían prolongar la pandemia e inducir nuevas perturbaciones económicas.

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Además, “las interrupciones en la cadena de suministro, la volatilidad de los precios de la energía y las presiones salariales localizadas significan que la incertidumbre en torno a la inflación y las trayectorias de las políticas es alta”, señalan en el informe.

A medida que las economías avanzadas elevan las tasas oficiales, pueden surgir riesgos para la estabilidad financiera y los flujos de capital, las monedas y las posiciones fiscales de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, especialmente dado que los niveles de deuda han aumentado significativamente en los últimos dos años, concluyen desde el FMI.

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