El adelanto de las elecciones perjudicaría las salidas a Bolsa

A perro flaco... Adelantar las elecciones, posibilidad que se va extendiendo cada día más entre las filas socialistas y la del propio Gobierno, sería una nueva dificultad para la salida a Bolsa de Bankia e incluso la de Loterías.

No sería de extrañar que, si no cede la presión, contra la economía española que ha llevado la prima de riesgo española a los 260 puntos, los responsables de la salida a Bolsa de Bankia decidan posponerla hasta el próximo otoño. Sabido es, porque así lo manifestó en su reciente comparecencia en el Congreso, que al presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CMNV) no le gustó nunca que se hubiera programada la salida a Bolsa de Bankia para el mes de julio. "Es un mal mes", señaló Julio Segura extralimitándose un poco de las funciones que tiene encomendadas como regulador del mercado. El presidente de la CNMV no ha ocultado nunca que, pese a las prisas del Banco de España, otoño es la mejor época para las salidas a Bolsa. Sin embargo, hace apenas quince días el presidente de la CNMV no manejaba la posibilidad de un adelanto electoral para el otoño, lo que en las circunstancias actuales supone un grave contratiempo para cualquier iniciativa que precise de la confianza de los mercados exteriores. Da igual que las salidas se adelantaran a septiembre, la convocatoria -que ha de producirse con una antelación de 54 días- provocaría una incertidumbre añadida a la actual situación.

Sin embargo, la salida a al mercado de Bankia y la aneja, de Banca Cívica, es muy importante, especialmente si el próximo Gobierno quiere iniciar su mandato con las principales reformas concluidas. Mientras que no se produzca tal salida a Bolsa quedará pendiente la reforma de las cajas de ahorros y, por extensión, la del sistema financiero en el que confluyen las grandes dudas e inquietudes de los mercados europeos. Rodríguez Zapatero deberá manejar también esta variable a la hora de decidir si adelanta o no las elecciones.

El Partido Popular, al que todas las encuestas señalan como fácil ganador en los próximos comicios, podría encontrarse no sólo con el problema de una reforma financiera inacabada sino también con una reforma de negociación colectiva también pendiente, una vez que la patronal y sindicatos no se pusieron de acuerdo y ambas partes critican ahora duramente la propuesta del Gobierno. Si el Gobierno no encuentra los apoyos necesarios para sacar adelante esta reforma, quedará también pendiente y parece claro que el Partido Popular encontrará una fuerte resistencia social y laboral a cualquier nueva propuesta que hiciera ya desde el Gobierno. Algunos empresarios manifestaban en las últimas semanas que lo mejor sería apoyar la propuesta del Gobierno ante el riesgo de que ésta encalle y no haya ninguna reforma de la negociación colectiva.

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