Ejercicio cerrado

Si a principios de año, alguien le hubiese dicho que el Ibex-35 a mitad de octubre iba a acumular una[…]

Si a principios de año, alguien le hubiese dicho que el Ibex-35 a mitad de octubre iba a acumular una rentabilidad de casi el 30%, ¿lo hubiese firmado? Sin duda, con los ojos cerrados, pero después de reponerse de la sorpresa, porque está claro que en ningún momento lo hubiese creído. Es verdad que ni las previsiones más optimistas situaban al indicador español a estas alturas del ejercicio a las puertas de los 12.000 puntos y con esas elevadas ganancias. Por eso, en estos momentos, una buena opción sería hacer caja. Dar el año por cerrado Que ya está bien.

A partir de ahora es muy posible que entremos en una fase de elevada volatilidad por la publicación de los resultados trimestrales y, sobre todo, por las nuevas preocupaciones que dejan tras de sí estas cuentas, como las de los grandes bancos estadounidenses. El tirón de Goldman Sachs, por ejemplo, han sido posible gracias a la actividad de "trading" del banco, que facturó cuatro veces más que en el tercer trimestre de 2008 y compensó el fuerte descenso del negocio propio de la entidad. Y atención al fuerte crecimiento de la morosidad.

Son numerosos los expertos que piensan que el Ibex-35, de aquí a final de año, poco más puede dar de sí. Ha subido más de un 50% desde mínimos. Suficiente para plantearse ahora la sabia decisión de abandonar el barco. Ejercicio cerrado.

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