Crudo, hasta que los precios revienten

El petróleo no da cuartel y está haciendo malas las previsiones de los analistas más optimistas. Aquellos que tacharon de[…]

El petróleo no da cuartel y está haciendo malas las previsiones de los analistas más optimistas. Aquellos que tacharon de "exagerada" la previsión de Goldman Sachs de que el barril podría llegar a los 200 dólares antes de 2010. A tenor de lo sucedido en el mercado, tres sesiones como las de estos días y nos podemos en los "200" antes de junio. En regate corto, podemos sacar tres conclusiones que nos den una visión clarificadora de lo que está sucediendo en el mercado del petróleo.
 
¿Son sostenibles los actuales precios del petróleo? No, es evidente. En estos niveles el crecimiento de las principales economías de la OCDE se verá seriamente comprometido. Los consumidores y las empresas no van a poder pagar unos precios como los actuales. El aumento de la demanda por parte de los países emergentes está sosteniendo la espiral alcista.
 
¿Hasta cuándo? En las circunstancias actuales es difícil poner un techo. Los 200 dólares pueden alcanzarse, pero no se podrán mantener en el tiempo. Es difícil que el mercado (del petróleo y otros) se ajuste de una forma ordenada. Cuando la especulación se dispara, no para hasta que la burbuja estalla. Es lo que puede suceder ahora (ya pasó en la crisis de los 70 cuando de 50 dólares el petróleo bajó a 11 dólares el barril). El problema es saber los muertos que dejará en la cuneta hasta que los precios revienten: transportistas, aerolíneas, agricultores...
 
¿Afectará a las bolsas? No lo dude. El año pasado, cuando escaló de 50 a 70 dólares, los mercados ni se inmutaron. Las operaciones corporativas, los buenos resultados y un consumo creciente fueron un excelente contrapeso a los tipos altos, inflación alta y precios del petróleo altos (el triángulo maldito de las bolsas). Hoy, el efecto de los 130 dólares sobre el barril ya está afectando negativamente a las bolsas.
 
Conclusión, intente sacar partido a las petroleras. Están salvando de muchos apuros a los grandes grupos constructores como , y, según supimos ayer, a (afectados por la crisis del ladrillo). Por lo demás, fuera del mercado, son tiempos de ahorro. Si quiere llegar a fin de mes vigile su factura de la luz y coja menos el coche. Es de esperar que los precios del petróleo se reconduzcan, pero como muchas cosas en esta vida, ya no volverán a los 50 dólares por barril.
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