El bajista de Repsol se pone las pilas

El bajista de Repsol acumula tres movimientos significativos en apenas ocho sesiones, su mayor operativa desde que entrase en el valor en julio

El bajista presente en el accionariado de RepsolExodus Point Capital Management, aviva su operativa en la energética con tres movimientos significativos de la posición en ocho sesiones, según los registros de la CNMV

El fondo de cobertura encadena la mayor actividad en el valor desde que entrase en julio, mes en el que realizó hasta cuatro ajustes en su ataque. 

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La posición corta actual de Exodus sobre Repsol suma el 0,5 por ciento del capital social de la energética con una carga contra las acciones de unos 79,65 millones de euros a cierre de año. 

La presión bajista de Exodus puso fin a cuatro años sin bajistas en el accionariado de la compañía comandada por Antonio Brufau y Josu Jon Imaz cuando el hedge fund Steadfast Capital llegó a acumular el 0,62 por ciento del capital social. 

El ataque actual corre a cargo de un fondo de cobertura fundado por Michael Geldband Hyung Lee en 2018.  

Geldband, la cabeza visible de Exodus, se hizo un nombre entre los grandes gestores de posiciones cortas en Wall Street desde Millennium Capital, uno de los grandes hedge fund mundiales y con una alta presencia en el IBEX 35.

Movimientos al compás del crudo 

Exodus lleva desde julio repitiendo la misma operativa sobre Repsol y que consiste en subir y bajar su posición desde al 0,5 por ciento al 0,49 por ciento, salvo una excepción a principios de noviembre en la que recortó su ataque hasta el 0,48 por ciento. 

El inicio de los movimientos del fondo de cobertura se produjeron al calor de la caída de los precios del crudo cuando el barril de tipo Brent, el de mayor referencia internacional, se movía a la baja, sobre los 70 dólares. 

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La caída del crudo supuso para Repsol un retroceso del 20 por ciento de los títulos en aquel momento desde los máximos anuales registrados un mes antes. 

El Brent se recuperó y llegó al alcanzar los 86,40 dólares a finales de octubre, momento en el que Exodus frenó sus acciones contra Repsol para volverlas a activar con las nuevas caídas del petróleo a causa de la variante del coronavirus ómicron. 

Ómicron sacudió a los mercados, pero la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) señaló en su último informe de 2021 que el impacto sobre el mercado del petróleo será leve y de corta duración

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La OPEP esgrimió que el mundo se está preparando para convivir con el Covid-19 y sus desafíos de forma permanente y por ello espera que la demanda crezca hasta los 99,13 millones de barriles diarios en el primer trimestre de 2022.

Buenas previsiones para este año 

1,1 millones de barriles más que la estimación de la OPEP de noviembre pues la organización espera que la recuperación quede reflejada en los tres primeros meses de este año de la mano de la recuperación económica. 

Los analistas que siguen de cerca la evolución empresarial y bursátil de Repsol compran esta situación y sus proyecciones apuntan a un ebitda para la energética de 7.263 millones de euros para este año, un crecimiento del 10 por ciento respecto a lo que arrojaría este curso. 

El consenso también estima que tiene capacidad para generar un flujo de caja libre a doble dígito que ayudará a estabilizar las inversiones en capital y sostener un dividendo atractivo. 

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Una vez superada la pandemia, tal y como reflejan los resultados hasta septiembre presentados por la compañía, Repsol tiene en la retribución al accionista, tanto por la vía de pago de dividendo como en la recompra de acciones, uno de sus grandes atractivos.

El dividendo como gran atractivo 

Deustche Bank calcula una rentabilidad por dividendo para Repsol, incluyendo las recompras, del 7,8 por ciento, por encima del 4,8 por ciento de media de sus pares. 

La rentabilidad por dividendo de Repsol del consenso es del 5,6 por ciento sin tener en cuenta las recompras, lo que permite a la IBEX entrar en la zona noble del selectivo en esta parcela al nivel de los reyes del dividendo en España, la gran banca. 

El incremento de los precios del crudo y el control de deuda serán las palancas para sostener el dividendo y los expertos coinciden en que Repsol tiene capacidad para ello. 

Repsol abonará 0,30 euros brutos por acción el 10 de enero y en julio pretende pagar 0,33 euros brutos del dividendo complementario. 

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La mayoría del consenso del mercado insta a “comprar” títulos de la energética. Los títulos de la compañía cotizan sobre los 10,5 euros y el precio objetivo promedio es de 12,83 euros, por lo que arroja un potencial de revalorización a 12 meses superior al 20 por ciento

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