BBVA y Banco Santander encajan lo más duro del crash bursátil por Ucrania

Los bancos se dejan un 6% de su valor ante el miedo a que la invasión de Ucrania provoque una recesión y retrase las subidas de tipos

El sector financiero se lleva la peor parte del crash bursátil provocado por el inicio de la actividad bélica en Ucrania, lo que hace temer por un abrupto final al rally que viven desde hace meses entidades como los grupos españoles Banco Santander y BBVA.

Una prueba de ello es que el jueves por la mañana, horas después del inicio de los ataques militares de Moscú a Kiev, Banco Sabadell y Banco Santander eran los valores que más retrocedían dentro del IBEX 35, con una caída superior al 6 por ciento.

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En el caso del Santander, además, pesaba negativamente la noticia de que la presidenta de la entidad, Ana Botín, planea ceder parte de sus funciones ejecutivas al consejero delegado, José Antonio Álvarez, para aclarar funciones y cumplir con las expectativas del Banco Central Europeo.

El BCE es partidario de reducir la bicefalia en las entidades para favorecer la la concentración de poder en un único directivo. A poca distancia en bolsa del Santander, BBVA y Caixabank se dejaban un 5 por ciento de su valor; mientras que Bankinter caía un 4 por ciento.

Ucrania prácticamente borra la revalorización anual de BBVA

Estas abruptas caídas tenían un fuerte efecto sobre el balance bursátil en lo que va de año de los dos principales bancos españoles. De este modo, la revalorización anual del Santander se recortaba hasta el 3 por ciento y la de BBVA bajaba hasta el 1,9 por ciento.

El Sabadell y Caixabank seguían registrando fuertes revalorizaciones anuales, dado que su rally ha sido mucho más acentuado al estar más expuestas al negocio doméstico y a las bondades de una eventual subida de tipos de interés en Europa (el catalizador que ha abonado el rally del sector).

Así, Banco Sabadell sigue un 32 por ciento arriba en el año; Caixabank, un 21 por ciento. Mientras Bankinter escala un 16 por ciento en el año.

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La banca, una de las principales pagadoras

En cualquier caso, lo cierto es que no solo peligra el rally de Santander y de BBVA en bolsa. Si la guerra en Ucrania provoca un parón del crecimiento y Europa vuelve a una recesión económica, es de esperar que los valores más cíclicos (como la banca) sufran las consecuencias.

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Asimismo, un frenazo económico podría provocar un nuevo giro en la política monetaria del Banco Central Europeo y la Reserva Federal estadounidense, revertiendo los efectos beneficiosos que el anuncio de la normalización de tipos había provocado en las entidades (también en Santander y BBVA).

En concreto, el rally de los bancos tiene mucho que ver con el cambio de tono dado por los bancos centrales hace algunos meses, cuando comenzaron a anticipar medidas de normalización monetaria y subidas de tipos de interés para embridar la creciente inflación que afecta a todo el mundo.

¿Y si el BCE y la Fed retrasan las subidas de tipos de interés?

Pero si la guerra en Ucrania causa una crisis económica, esto podría provocar que los bancos centrales retrasen las subidas de tipos para evitar dañar aún más la economía.

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En ese supuesto, los bancos como Santander y BBVA perderían el principal argumento que ha abonado el rally de los últimos meses (al ser el negocio bancario tan dependiente de los tipos de interés).

Pérdidas en todos los bancos europeos

En este contexto, el miedo de los inversores no solo provocaba caídas en los bancos españoles. Más bien al contrario.

Los bancos en toda Europa registraban un comportamiento similar este jueves por la mañana. En concreto, el índice Stoxx Europe 600 banks cedía casi un 6 por ciento.

Estas pérdidas reducían la revalorización anual del índice bancario europeo por excelencia a un leve 0,47 por ciento (aunque a doce meses, el selectivo sigue un 17,8 por ciento para arriba).

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Y los bancos españoles no eran los que peor parte se llevaban, pues entidades como el austriaco Raiffeisen Bank llegaban a ceder el 16 por ciento, el PKO polaco recortaba un 11 por ciento y Bank Pekao (también polaco) cedía un 10 por ciento.

A diferencia de los bancos españoles, se trata de entidades con intereses locales en la zona en conflicto. Raiffeisen, por ejemplo, obtiene más de un tercio de sus ingresos de Rusia. Otros bancos con negocios en el país son el italiano Unicredit y el francés Société Générale, que cedían más de un 8 por ciento de su valor.

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