IBEX 35: Los 4 riesgos que pueden poner a prueba el rally bursátil en 2026
El IBEX 35 y el resto de los principales índices mundiales encaran 2026 con un tono claramente optimista, pero no[…]
El IBEX 35 y el resto de los principales índices mundiales encaran 2026 con un tono claramente optimista, pero no exento de riesgos.
El selectivo de referencia en la bolsa española va camino de firmar su mejor año en varias décadas con una revalorización del 48%, acaparando el interés de los inversores extranjeros, en un entorno donde los niveles de liquidez de los gestores están en mínimos, y las apuesta claramente sesgadas al alza.
Sin embargo, bajo la superficie de este rally empiezan a emerger una serie de riesgos que podrían poner a prueba la resistencia del mercado en los próximos trimestres. No se trata tanto de un escenario de ruptura inmediata, sino de un entorno con poco margen para errores.
Valoraciones exigentes y en máximos históricos
El primer foco de riesgo es el nivel de las valoraciones, especialmente en Estados Unidos. El S&P 500 cotiza con múltiplos que se sitúan en la parte más alta de su rango histórico, impulsado en gran medida por el peso creciente del sector tecnológico.
Si ha habido una constante en los análisis de perspectivas que han presentado en diciembre los grandes bancos de inversión, esta ha sido el riesgo de estallido de la burbuja asociada a la IA.
La impresión de los expertos es que este riesgo es lejano, pero pocos se atreven a descartarlo con rotundidad. Algunos indicadores de valoración a largo plazo ya superan los niveles previos a episodios de corrección relevantes, como el estallido de la burbuja puntocom o el ajuste de 2022 ligado a la subida de tipos.
Esto no implica necesariamente una corrección inminente, pero sí eleva el listón que deben cumplir los fundamentales. Con valoraciones tan ajustadas, cualquier decepción en beneficios, crecimiento o márgenes puede tener un impacto más severo en los precios. El mercado sigue dispuesto a pagar caro, pero exige resultados impecables a cambio.
Incógnita sobre la rentabilidad de la IA
En segundo lugar, es innegable que la inteligencia artificial ha sido el gran motor del ciclo alcista reciente para las bolsas mundiales y el IBEX 35, pero también se ha convertido en una de sus principales vulnerabilidades.
Las grandes tecnológicas se han volcado en inversiones en capital relacionadas con la IA, especialmente en infraestructuras, centros de datos y capacidad de computación, pero no está claro cómo o cuándo llegarán los retornos de este esfuerzo inversor.
Mientras los ingresos ligados a la IA no se materialicen con la intensidad esperada, el mercado podría empezar a cuestionar la sostenibilidad del rally. Ya se han visto señales de alerta en episodios puntuales, con fuertes reacciones del mercado ante resultados que no cumplen las expectativas, como el reciente pinchazo de Oracle.
En su presentación de perspectivas anuales de principios de diciembre, los analistas de Renta 4 Banco precisamente señalaron a Oracle como unos de los principales riesgos latentes del mercado, y ni siquiera ha hecho falta esperar a 2026 para el gigante tecnlógico estadounidense haya metido miedo al mercado.
Mercado laboral y tipos de interés, un equilibro complejo
El tercer foco de riesgo al que tendría que enfrentarse el IBEX 35 tiene que ver con el complejo equilibrio entre la fortaleza del mercado laboral estadounidense y los ajustes de la política monetaria que anuncie la Fed.
Es cierto que la economía sigue mostrando resistencia en términos generales, pero los últimos datos apuntan a una pérdida de fortaleza en los niveles de empleo.
Un deterioro más acusado podría reactivar el temor a una recesión, un escenario que actualmente el mercado descuenta como poco probable, pero no imposible.
A esto se suma la incertidumbre sobre la trayectoria de los tipos de interés. Los inversores solo tienen en precio dos recortes de tipos en Estados Unidos para 2026, lo que deja poco margen de sorpresa positiva.
Si la inflación sigue mostrando resistencia o la Reserva Federal se ve obligada a mantener una política monetaria más restrictiva durante más tiempo, el impacto sobre las valoraciones podría ser significativo, especialmente en los sectores más sensibles al coste del capital.
Posicionamiento extremo
Finalmente, el último gran riesgo para el IBEX 35 y el resto de mercados es técnico y tiene que ver con el posicionamiento de los inversores.
En concreto, los gestores llegan a 2026 con niveles de confianza muy elevados y con una exposición a activos de riesgo que roza máximos de los últimos años. La liquidez en cartera se sitúa en mínimos históricos, lo que reduce el colchón ante episodios de volatilidad.
Este contexto no impide que el rally continúe, pero sí aumenta la fragilidad del mercado ante cualquier shock inesperado. Cuando todos están dentro y convencidos del mismo escenario, las correcciones suelen ser más bruscas, no tanto por el deterioro de los fundamentales, sino por la necesidad de ajustar posiciones de forma rápida.
De esta forma, una de las máximas repetidas por los grandes bancos de inversión en sus informes de perspectivas es que 2026 no será un año para abandonar el mercado como estrategia base, pero sí para extremar la vigilancia ente posibles señales de alerta, siendo selectivo y asumiendo que la volatilidad puede ser protagonista en cualquier momento.
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