Las aerolíneas tienen que cancelar más vuelos hoy en París-Orly por la huelga

El fuerte seguimiento de la huelga de controladores aéreos en Francia llevó hoy a la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) a pedir a las compañías que cancelen más vuelos de los previstos esta tarde en el aeropuerto de París-Orly y mañana además en Marsella.

La DGAC indicó en un comunicado que a partir de las 16.00 horas locales (15.00 GMT) las aerolíneas tienen que suprimir en Orly la mitad de las operaciones que pensaban mantener después de haber aplicado la directiva inicial de anular un 20 %.

Un portavoz reconoció a Efe que no se sabe todavía exactamente cuántos vuelos serán finalmente suprimidos en ese aeropuerto del sur de la capital francesa en esta primera de las dos jornadas de paro.

Se mantiene, sin cambios, la cancelación del 20 % de las operaciones en Beauvais, Marsella, Lyon y Niza para todo el domingo.

El portavoz indicó que la acción de los controladores también está acarreando "muchos retrasos acumulados" que esta tarde eran de más de una hora de media en Orly y en Marsella, de alrededor de 40 minutos en Lyon, mientras se habían reducido en París Charles de Gaulle, en Toulouse y en Burdeos (en ninguno de estos tres hay cancelaciones).

Para mañana, en un principio, se había pedido a las aerolíneas una disminución del 20 % de sus programas de vuelos en Orly, Marsella, Beauvais, Lyon y Niza, pero la fuerte proporción de huelguistas ha llevado a anticipar más supresiones de enlaces aéreos.

En París-Orly y en Marsella las aerolíneas tendrán que anular un tercio de sus vuelos de la jornada. En los otros tres aeropuertos no hay variaciones.

El sindicato convocante de la protesta, Ingenieros de Control de la Navegación Aérea (UNSA-ICNA), se queja, sobre todo, de la reducción del número de controladores en un momento en que "todas las previsiones de tráfico indican perspectivas de crecimiento importantes".

En un comunicado, UNSA-ICNA denuncia la decisión de la DGAC de "acelerar la bajada de efectivos en 2016" mediante la no sustitución de entre el 20 y el 35 % de los controladores que se jubilan.

También critica que, presionada por los plazos europeos de eficiencia, la DGAC esté arrastrando "un retraso tecnológico considerable" y que "la falta de inversión en los últimos años se hace sentir fuertemente".

Eso se traduce, asegura, en sistemas anticuados que se estropean "cada vez con más frecuencia con implicaciones directas en la cadena de seguridad".

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