El PSOE se queda solo en su plan para subir las pensiones

La proposición de ley con la que el PSOE, Unidos Podemos, ERC, el PNV y la antigua Convergencia -es decir, todos los grupos de la oposición salvo Ciudadanos- pretendían forzar al Gobierno a subir un 1,2% las pensiones en 2017 sigue en el limbo. Los socialistas se quedaron hoy solos en su petición a la Mesa del Congreso para ignorar el veto que el Ejecutivo ha planteado a la tramitación de la iniciativa.

El órgano de gobierno parlamentario -compuesto por tres miembros del PP, dos del PSOE, dos de Podemos y dos de Ciudadanos- decidió volver a pedir al Ministerio de la Presidencia información sobre las razones por las que la propuesta no es tramitable.

Un informe de los letrados de la Cámara advirtió hace ya unas semanas que la Mesa puede levantar los vetos sólo en caso de que no estén debidamente justificados. Y en este caso, parece haber discrepancias al respecto.

El Gobierno, haciendo uso de la prerrogativa constitucional que le permite bloquear iniciativas que modifiquen los presupuestos, adujo que la medida supondría un coste de más de 1.150 millones de euros. Pero, sobre todo, hizo hincapié en que el texto no indica de dónde debe salir esa cuantía. Los socialistas alegan que, puesto que las cuentas de 2017 no están aún aprobadas, no cabe veto alguno.

La clave estará, a la postre, en la posición que adopte Ciudadanos. Si las reservas del Ejecutivo le convencen -y su portavoz, Juan Carlos Girauta, dio a entender hoy que así es- el texto no se debatirá. Podemos rechaza el veto, pero hoy no apoyó a los socialistas porque defiende que la Mesa debe adoptar una posición global y no discutir individualmente cada iniciativa.