El BCE amenaza el nuevo negocio de Banco Santander

La fórmula "compre ahora y paga después", por la que apuesta Banco Santander, se verá afectada por la subida de tipos

La próxima subida de tipos que acometerá el Banco Central Europeo (BCE) en algún momento de este año amenaza a la fórmula “compre ahora y paga después”, el nuevo negocio que Banco Santander tiene previsto lanzar en España bajo la marca Zinia.

Estos modelos se caracterizan porque permiten financiar pequeñas compras, de hasta poco más de un par de miles de euros, sin que se apliquen intereses, a diferencia de las tarjetas de crédito, que ofrecen lo mismo, pero aplican una comisión o intereses en la operación, lo que sitúa el TAE desde un mínimo del 9 por ciento, hasta más del 25 por ciento, aunque la media es del 20 por ciento.

El problema es que este tipo de operaciones que ofrecen las fintech y en la que busca hacerse un hueco Banco Santander surgió en un entorno de tipos al cero por ciento. Las operaciones se financian mediante los depósitos y cuentas de los clientes, que se remuneran al 0,04 por ciento de media en España (datos del Banco de España), y también con deuda a corto plazo, con tasas muy bajas, incluso negativas.

La vía por la que obtienen ingresos estas compañías, destaca Antonio Gallardo, experto financiero de iAhorro, es doble. Por un lado, los ingresos se generan principalmente porque la entidad que ofrece estas fórmulas ha llegado a un acuerdo con una determinada marca o tienda para ofrecerlo, pero también por intereses de demora en la que puedan incurrir algunas operaciones.

Subida de costes

La amenaza viene, por lo tanto, de un posible incremento de costes a la hora de financiar las operaciones. A pesar de que la subida de tipos por parte del BCE será paulatina, ésta se terminará trasladando.

Y es que no hay que olvidar que el negocio bancario consiste en captar pasivo para prestarlo aplicando un interés adicional. No obstante, si suben los tipos, la banca en general ya no podría captar pasivo sin verse obligado a ofrecer algo de rentabilidad, aunque sea mínima. Tampoco sería rentable si tuviera que prestar ese dinero al que ha tenido que remunerar al cero por ciento.

“Todo el modelo de negocio se basa en márgenes muy delgados: no tiene la protección de los altos intereses que las compañías de tarjetas de crédito cobran por el uso”, explica John Colley, profesor de Warwick Business School y experto en tecnología financiera.

Pero es más, tampoco podría financiarlo con deuda a corto plazo, ya que la subida de tipos también la encarecería. Basta con echar un vistazo a los bonos a dos años de Alemania. Solo la posibilidad de que el BCE suba tipos ha disparado la rentabilidad de su papel a corto plazo hasta el -30 por ciento, lo que supone una subida del 30 por ciento solo en febrero.

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Algunas compañías que aplican este modelo, como Affirm, ya empiezan a notar los efectos de subidas de tipos. Esta compañía estadounidense, que saltó a bolsa el año pasado, cae un 32 por ciento desde que arrancó el año. Los inversores ya empiezan a penalizarla por la subida de tipos de la Reserva Federal en marzo. Klarna, que también tenía previsto salir a bolsa, podría suspender sus planes por esto mismo.

¿Cambio del modelo?

“Gracias al BCE, los costes de endeudamiento a corto plazo se mantendrán muy bajos durante el próximo año más o menos. Pero eventualmente, las tasas subirán y las empresas que usen estas fórmulas tendrán que reevaluar su modelo”, advirtió Pierre Boyer, jefe de deuda a corto plazo de Candriam, lo que podría suponer un cambio en el mismo.

No obstante, esta opinión no es compartida por todos los expertos, que consideran que este modelo de “buy now, pay later” funciona como reclamo, la empresa vendedora logra mayor fidelización e imagen de marca, y esta acabará repercutiendo a que se incrementen también las operaciones más costosas y que generan ingresos a la financiera, explica Gallardo.

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El experto hace referencia a aquellas operaciones a más largo plazo y por importes más voluminosos en las que sí que pueden aplicar cargos.

Un negocio al alza que bebe de los millennials

Estas fórmulas ayudan a las financieras a captar comercios, grandes y también pequeños como clientes. A medida que las fórmulas van ganando adeptos, cada vez más establecimientos firman acuerdos, por lo tanto, podrían compensar este alza de tipos.

Para los comercios también es beneficioso porque genera más ventas y una mayor fidelización de los clientes, que son fundamentalmente millennials, que apuestan por el comercio electrónico y por facilidades en las operaciones.

Klarna ya ha llamado la atención de un millón de usuarios en España.

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