La liquidación de la tasa Tobin se retrasa hasta abril

El pago del impuesto sobre transacciones financieras tendrá carácter retroactivo y en abril se liquidarán las tasas de enero, febrero y marzo

Hacienda ha decidido retrasar hasta abril la liquidación del impuesto sobre transacciones financieras, más conocido como tasa Tobin, prevista para el 22 de febrero, pero se cobrará con carácter retroactivo, incluyendo las tasas de enero, febrero y marzo, según han informado a finanzas.com fuentes del Ministerio de Hacienda.

El aplazamiento en el cobro del impuesto se ha debido a retrasos regulatorios y técnicos, y según las mismas fuentes, “solo afecta a su liquidación, no a su entrada en vigor”, que será el 16 de enero.

Esta semana la revista INVERSIÓN dedica su portada a este tributo y la polémica creada con su pago, que finalmente repercutirá en el inversor a pesar de que la ministra de Hacienda había anunciado que los intermediarios financieros se harían cargo de él.

Eduardo Gracia Espinar, vicesecretario de la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF), afirma que este retraso se veía venir, ya que “aún no se conocen las modalidades de liquidación ni las declaraciones que habrá que cumplimentar”.

Una tasa del 0,2%

El impuesto sobre transacciones financieras gravará con un 0,2 por ciento las operaciones de compraventa de acciones de empresas españolas que posean una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros.

Es decir, 56 compañías, todas las cotizadas del IBEX 35, a excepción de Arcelormittal, por ser de nacionalidad extranjera, más 21 del Mercado Continuo. Entre ellas no se encuentra Airbus, ya que, a pesar de cumplir los requisitos de capitalización, es de titularidad francesa.

Recaudación

El Gobierno prevé recaudar con la nueva tasa 850 millones de euros al año, de los que una parte importante se destinarán a pagar las pensiones.

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Una meta prácticamente inalcanzable según los expertos de la Comisión Europea, que reducen este objetivo para 2021 justo a la mitad, 425 millones de euros.

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También la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) considera demasiado optimista el objetivo de recaudación previsto y lo han cifrado en 593 millones de euros.

A juicio de Elisa Ricón, directora general de Inverco, «el efecto recaudador que se estima será previsiblemente muy inferior al establecido por el Gobierno y no va a compensar las consecuencias negativas que puede acarrear el nuevo tributo».

Entre estas consecuencias, los analistas destacan: desincentivar la inversión en la bolsa española, perjudicar la liquidez y la competitividad de las cotizadas a las que se aplica el tributo y penalizar al inversor.

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