Minoristas y partícipes de fondos, los verdaderos paganos de la tasa Tobin

El Consejo de Ministros aprueba hoy el impuesto que grava con un 0,2% las transacciones financieras.

El día más temido para los actores del mercado ya ha llegado. Hoy el Consejo de Ministros aprueba la tasa Tobin que grava con un 0,2% las operaciones de compraventa de acciones de empresas españolas que posean una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros, casi la mitad de las que se negocian en el Mercado Continuo.

El tributo deja fuera las operaciones con acciones de empresas no cotizadas y pymes, y las de cotizadas con una capitalización bursátil inferior a los 1.000 millones. Tampoco grava la compra de títulos de deuda (ni pública, ni privada), ni actúa sobre las operaciones con CFDs, ni otros derivados.

Saldar una deuda

Con este gravamen el Gobierno de Sánchez prevé recaudar cerca de 850 millones de euros al año, que dedicará a pagar las pensiones. También pretende que con él las entidades financieras salden la ‘deuda’ que contrajeron con la sociedad española cuando en la crisis recibieron ayudas millonarias por parte del Estado, que según el Banco de España alcanzan los 65.725 millones de euros.

Pero este tributo no solo afectará a las entidades financieras, es más, estas podrían zafarse de él trasladándoselo a sus clientes mediante la subida de las comisiones. Los verdaderos paganos del tributo serán los inversores, y en mayor medida los minoristas, ya que los grandes inversores podrán esquivarlo invirtiendo en otros mercados que no apliquen la tasa. También los partícipes de fondos de inversión ‘soportarán’ el impuesto.

Según fuentes de Singular Bank, antes Self Bank, las implicaciones colaterales del impuesto para minoristas y partícipes de fondos también vienen de que la carga fiscal añadida del 0,2% a la compra y venta de acciones se producirá independientemente del beneficio o pérdida patrimonial que suponga la inversión.

Esta cantidad no parece significativa para una transacción aislada, pero si la rotación de la cartera es elevada, el acumulado del tributo terminará restando una cifra considerable del beneficio anual del inversor.

Otros damnificados

Los fondos de inversión también podrían ver mermado su patrimonio y su rentabilidad si en su cartera incluyen valores de empresas con acciones gravadas por la tasa Tobin. Según Inverco, la nueva tasa ocasionará una pérdida de patrimonio acumulado de un 7,4% para los fondos de inversión y de un 5,6% para los planes de pensiones.

El gravamen también tendrá consecuencias sobre el mercado de renta variable español, ya que los inversores extranjeros, que controlan cerca de la mitad de las acciones españolas, se verían tentados a mover sus inversiones a otros mercados que no aplican la tasa, con la consecuente caída del volumen de negociación de la bolsa española. 

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Caída que ya se está produciendo. Como adelantamos en Finanzas.com, la bolsa española negoció en enero 36.279 millones de euros en renta variable, el 12,4% menos que en el mismo mes del año anterior y el 10,8% por debajo del dato de diciembre.

Respecto a la contratación en el conjunto de 2019, fue de 469.626 millones de euros, el 18,1% menos que el ejercicio previo, y el número de negociaciones acumuladas hasta diciembre bajó el 15,9%, hasta 37,2 millones.

Además, desde BME apuntan que la tasa Tobin supondrá un aumento “desorbitado” de los costes de transacción porque un impuesto del 0,2% supone multiplicar por 66 el coste de transacción que se aplica en el mercado español.  

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La cuenta atrás ha comenzado para implantar en España un nuevo impuesto que en otros países, como Suiza, no ha ‘funcionado’.

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