Cajas, clientes, acciones, sucursales y Mifid

CaixaBank aparece en verde en las pantallas de los brókers y analistas de bolsa. En el primer día de cotización, la antigua Criteria sube un 2%. Ha sido un excelente estreno, favorecido sin duda por el rebote que viven las bolsas desde que el jueves 30 de junio el Parlamento griego aprobase el plan de cinco años de austeridad y se desbloquease el paquete de ayuda de la UE y el FMI.

¿Se hubiese decidido César Alierta, presidente de Telefónica, a sacar Atento en un entorno de euforia semejante, hace una semana? O, por el contrario, ¿es que los inversores saben discriminar lo bueno de lo no tan bueno y Atento estaba condenada a postergar su salida, con viento a favor o en contra? Los analistas se inclinan más por lo primero. Que hay papel hasta los 11.000 puntos del Ibex, lo tienen todos claro. Pero también hay muchas ansias en el mercado por no perder el tren y resarcirse de la pérdidas de los últimos meses.

La vuelta de los pequeños inversores a la bolsa está ya patente en las estadísticas del BME. Y la de los grandes patrimonios, también. Es de prever que, ya con la amenaza de quiebra en Grecia postergada a después del verano, los índices europeos, particularmente los periféricos tengan un buen comportamiento en julio y agosto. Qué duda cabe que esto es un acicate para que el personal acuda a las demás salidas que se avecinan estos días.

Todo indica que las colocaciones de Bankia y Banca Cívica van contar con un estreno similar al que ha tenido Caixa Bank. En el caso de Banca Cívica, más de 25.000 clientes han dado mandatos de compra de acciones. En total se han suscrito más de 300 millones de euros en acciones. Teniendo en cuenta que el tramo minorista de la OPS ronda los 450 millones, podría estar cubierto antes del fin de semana.

Como algunos no dejan de señalar: la potencia de la red de las cajas puede con todo, incluso para colocar unas acciones que hasta ahora no convencían a los inversores institucionales ni a los extranjeros. La salida a bolsa de estas cajas, crucial para la recuperación de la credibilidad de la marca "España" en los mercados, va ser posible, de nuevo, gracias al ahorro de las familias españolas.

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Pero en este lance, será necesario, más que nunca que la CNMV vigile bien cómo se venden estas acciones y que se cumple lo estipulado por la Mifid. Si de verdad los clientes de las sucursales no compran con conciencia de inversor, que corre un riesgo, las próximas salidas puede terminar como la de Linkedin: pinchadas. Y se habrá hecho un flaco favor a unos clientes que no tendrían que haber salido de sus depósitos y a la recuperación de la confianza de la marca de España.

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