Telefónica toca el bolsillo del accionista: así fueron los últimos recortes del dividendo

Telefónica rebajará el dividendo para fortalecer su balance y ganar músculo de cara a nuevas adquisiciones

El recorte del dividendo que Telefónica anunciará este martes coincidiendo con la presentación de resultados y el Capital Markets Day será la quien ocasión en tres décadas en el que la operadora se vea obligada a rebajar o suspender la remuneración a sus accionistas, la mayoría de las veces por situaciones excepcionales.  

El mercado se tomó la noticia castigando a Telefónica con caídas del 2%, aunque los analistas ya venían descontando la posibilidad de un recorte en el mejor de los casos, como alternativa a una ampliación de capital, si bien este último escenario ha perdido peso.  

El objetivo de la operadora que preside Marc Murtra pasa por rebajar la rentabilidad por dividendo desde el 6,6% estimada para este año hasta el 4,8%, de manera que la ratio quede más alineada con el resto de comparables europeas.  

Una medida para generar liquidez 

“El cambio pretende fortalecer el balance y generar liquidez para inversiones”, dijeron a al respecto los analistas de XTB, aun cuando la medida supone cercenar uno de sus puntos fuertes en un entorno de tipos a la baja.  

Publicidad

Los analistas interpretan la reacción del mercado como una respuesta lógica a la pérdida de atractivo por rentabilidad.  

“La caída encaja con un reajuste de valoración: si Telefónica rebaja el dividendo para alinearlo con la media europea, el atractivo por ‘yield’ se reduce y el mercado pasa a exigir más ejecución”, explica a finanzas.com Sergio Ávila, analista de IG.  

A corto plazo, añade, eso puede traducirse en más volatilidad y presión sobre los múltiplos, “pero si el ahorro se destina a reducir deuda y a invertir en proyectos rentables, la acción ganará calidad y el riesgo percibido disminuirá”. 

Los expertos entienden que para Telefónica es importante confirmar el próximo 4 de noviembre metas concretas de estrategia y eficiencia, algo difícilmente creíble si no hay recorte del dividendo o ampliación de capital.  

Los otros recortes de dividendo en Telefónica 

Mientras que las razones de este último recorte obedecen a la necesidad de ahorrar liquidez para acelerar la hoja de ruta de operaciones corporativas que pretende Murtra, los otros recortes anunciados por la multinacional se produjeron en un contexto muy diferente.  

La última rebaja importante de la remuneración a los accionistas se produjo en 2021 y con cargo a los resultados de 2020, cuando los efectos de la pandemia obligaron a Telefónica a reducir el dividendo hasta los 0,3 euros por acción, frente a los 0,4 euros abonados previamente.  

La medida no pilló de sorpresa al mercado, puesto que el recorte del dividendo fue ampliamente adoptado en otros operadores del castigado sector europeo de telecomunicaciones, como BT Group. 

La fuerte desaceleración económica provocada por la pandemia exacerbó las presiones competitivas, especialmente en los planes de telefonía de bajo coste. Telefónica, que ha mantenido el foco en clientes de mayor gasto. 

El recorte de 2017, primera prueba de fuego para Pallete 

El segundo gran recorte del dividendo en los últimos años fue el anunciado por Telefónica en 2016 con cargo a los resultados del siguiente ejercicio, cuando la remuneración al accionista pasó de 0,55 euros por acción hasta los 0,4 euros.  

En aquel momento, José María Álvarez-Pallete apenas llevaba unos meses como presidente de Telefónica, pero ya se encontró con la patata caliente de enderezar la que entonces era la teleco más endeudada de Europa.  

El recorte del dividendo fue una medida forzada para mantener los ratings de inversión para la deuda, después de fracasar tanto la venta de la filial O2 en el Reino Unido como la salida a bolsa de Telxius, la división de torres y cables submarinos.  

La decisión supuso un giro para la operadora, cuyo presidente había asegurado menos de dos meses antes que el dividendo era “sostenible”. De hecho, previamente, había anunciado su intención de abonar 0,75 euros por acción con cargo a los resultados de 2016. 

La suspensión del dividendo con la crisis de deuda europea 

Unos cuantos años antes, en 2012, las economías europeas vivieron uno de sus periodos más críticos en la historia reciente con la crisis de deuda, un periodo convulso que terminó con el rescate de numerosos bancos.  

A mediados de julio de 2012, Telefónica se vio obligada a suspender el dividendo, después de rebajar sus previsiones de ingresos y reducir un 30% en la remuneración de sus principales ejecutivos, incluido el entonces consejero delegado, César Alierta.  

La compañía canceló el dividendo de 1,50 euros por acción correspondiente a 2012, tras calificar el entorno económico como “extremadamente desafiante”. El objetivo era ahorrar hasta 10.200 millones de euros.  

De esta forma, la compañía retrasó a 2013 el siguiente dividendo, que se abonó en dos tramos y alcanzó los 0,75 euros por acción.  

El recorte de 2018 para crecer en América Latina 

El cuarto episodio traumático para los accionistas de Telefónica se produjo a finales de 1998, cuando la compañía anunció que no pagaría dividendo durante dos años para ayudar a financiar su expansión en América Latina, en un momento en que sus beneficios se veían afectados por la desaceleración económica en esa región. 

En aquel momento, las acciones de Telefónica cotizaban en pesetas (6.270 pesetas marcaron la cotización el 18 de noviembre de 1998, equivalentes a poco más de 40 euros), pero los analistas entendieron que la medida era necesaria para impulsar la expansión de la operadora.  

Si esta noticia ha sido útil para ti, apúntate a nuestros boletines ¡No te decepcionaremos! También puedes añadir las alertas de finanzas.com a tus redes y apps: Twitter | Facebook | LinkedIn | Whatsapp | Flipboard. Y sigue los mejores videos financieros de Youtube.

En portada

Publicidad
Noticias de