Coronavirus. Cuatro razones para pensar que las nuevas restricciones no hundirán al mercado

Hay un miedo razonable a que vuelvan los confinamientos duros y la actividad se hunda pero también hay razones para pensar en un impacto limitado en las bolsas

Las bolsas europeas viven un momento complicado. A la incertidumbre asociada a las elecciones estadounidenses se acaba de sumar el pinchazo en resultados de las tecnológicas de Wall Street. Pero lo que más preocupa es el impacto de la segunda oleada del coronavirus.

El VIX, el indicador del pánico, acaba de marcar sus máximos desde junio, lo que sugiere que los nervios están a flor de piel a medida que las restricciones se endurecen en Europa.

Alemania cerró la hostelería durante un mes y Francia decretó el confinamiento domiciliario, mientras que en España se decretaron cierres perimetrales en casi todas las comunidades autónomas.

El virus se extiende sin dar tregua y golpea como un martillo pilón, lo que incrementa los temores entre los inversores de que la recuperación económica pierda fuelle. Hay un miedo razonable a que vuelvan los confinamientos duros y la actividad se hunda de nuevo. Y en los mercados de materias primas, el petróleo, que ya empezó a flaquear en septiembre, vuelve a desplomarse.

No obstante, y teniendo en cuenta que las nuevas restricciones se notarán en el crecimiento, hay razones para pensar que su impacto “será más limitado que en la primera mitad del año”, explican los analistas de UBS. Y la reacción del mercado debería ser más contenida.

1.- El impacto en el consumo será más limitado

De acuerdo con los economistas del banco suizo, los consumidores y las empresas se han adaptado a este entorno más restrictivo. Es decir, “están en mejores condiciones” de hacer frente a las últimas medidas aprobadas.

Evidentemente, hay sectores como el transporte aéreo o la hostelería que sufrirán más. Pero en términos generales, lo que prevén estos analistas es un impacto relativo en la demanda y no el shock “absoluto” que se vio en el primer semestre del año.

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2.- Estímulos fiscales a la vista

Los gobiernos y los bancos centrales no se van a quedar de brazos cruzados. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acaba de decir que prepara “un gran paquete de estímulos” en cuanto terminen las elecciones.

Pero es que lo mismo sucederá con Biden. “Podemos esperar un enorme paquete de estímulo en los Estados Unidos si los demócratas llegan al poder”, dice Benjamin Melman, Global CIO de Edmond de Rothschild Asset Management. El escenario central de este experto es que “se volverá gradualmente a la normalidad”.

Más allá de Wall Street, apuntan en UBS, “los gobiernos continúan brindando apoyo o revisando los paquetes fiscales para reducir el temor al desempleo durante los períodos de bloqueo local”.

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3.- El BCE prepara la artillería

Ante el cariz que han tomado los acontecimientos, el Banco Central Europeo no se quedará de brazos cruzados. Tiene tres balas anti covid en la recámara que usará en cuanto sea necesario. 

De hecho, los analistas pronostican que el emisor europeo impulse su programa de compra de bonos de emergencia para estabilizar la economía, añadiendo 500.000 millones de euros adicionales en diciembre. Y aún tendría 300.000 millones más en la recámara.

El tono inesperadamente ‘dovish’ de Christine Lagarde sorprendió al mercado y sugiere que la presidenta del BCE no tiene intención de quedarse mano sobre mano. Y debería ayudar a los mercados.

“Un objetivo primordial de la política del BCE es respaldar la política fiscal y evitar el endurecimiento de las condiciones financieras”, dice Peter Allen Goves, analista de renta fija europea de MFS Investment Management.

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El BCE “ha demostrado que puede hacerlo con éxito y, a partir de la reunión de hoy, es probable que siga teniendo éxito al hacerlo”, asegura Allen.

4.- Resultados sólidos

Los resultados de las compañías estadounidenses del tercer trimestre “fueron sólidos”, recalcan en UBS. Las empresas están superando las expectativas por un amplio margen y las estimaciones del cuarto trimestre para la mayoría de las compañías están aumentando, lo que sugiere un buen impulso de los beneficios, en su opinión.

La excepción fueron los gigantes tecnológicos como Microsoft o Apple, lo que genera ciertas preocupaciones de que el gasto en tecnología pueda disminuir desde los máximos alcanzados en la pandemia.

Rebote a medio plazo

A la vista de estos factores, en UBS consideran que el retroceso de los activos de riesgo probablemente sea “de corta duración relativa”, por lo que el banco sugiere que los inversores se ciñan a su plan financiero.

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A medio plazo, ven al S&P500 en los 3.700 puntos para junio de 2021, lo que implicaría un rebote del 13% sobre los niveles actuales.

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