La apuesta por el petróleo en 2023 divide a los grandes inversores

El petróleo es una de las pocas estrategias que ha arrojado rentabilidades jugosas en 2022, pero algunos dudan sobre su capacidad de seguir aportando valor el próximo año

La apuesta por el petróleo y las petroleras es una de las pocas estrategias que ha funcionado bien este aciago 2022, un ejercicio en el que el crudo se ha revalorizado entre un 20 y un 25 por ciento (en función de si se mira el barril de Brent, de referencia en Europa; o el Texas, en los Estados Unidos). 

Este buen desempeño del crudo, motivado principalmente por el embargo al petróleo ruso debido a la guerra de Ucrania, ha provocado que las petroleras hayan brillado con fuerza en bolsa. Y con ellas, el bolsillo de todos aquellos que las tienen en cartera. 

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Así, Repsol es el tercer valor que más sube del IBEX 35, al anotarse un alza del 35 por ciento; y lo mismo ocurre en el resto de las bolsas del mundo. 

En Europa, Total (con una revalorización del 28 por ciento) y la italiana Eni (con un alza del 16 por ciento) se sitúan en lo alto de la tabla del Euro Stoxx 50. 

En los Estados Unidos, Occidental Petroleum (con un alza del 158 por ciento) es otro claro ejemplo, al liderar las subidas del S&P 500. 

En esta situación, lo que muchos inversores quieren saber es si las petroleras van a seguir comportándose tan bien el ejercicio que viene. 

¿Seguirán subiendo el petróleo y las petroleras?

Por un lado, nada parece indicar que el final de la guerra de Ucrania esté próximo. En ese sentido, el veto al petróleo ruso en la mayor parte de los países desarrollados seguirá presionando los precios al alza. 

“Las sanciones contra Rusia contribuyen a una escasez adicional en el mercado. Europa sigue importando petróleo de Rusia pero, como parte de su sexto paquete de sanciones, la UE dijo que detendría las importaciones de crudo ruso por vía marítima en diciembre y también prohibiría las importaciones de productos petrolíferos a partir de febrero de 2023”, explica Andranik Safaryan, gestor de fondos de MainFirst. 

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En ese sentido, dado que Rusia suministra el 27 por ciento del total de las importaciones de petróleo a Europa, este experto anticipa “una mayor tensión en el mercado, lo que provocará un aumento de los precios del petróleo” a medida que Europa se aleja del petróleo ruso. 

La transición energética presiona el petróleo hacia arriba

Pero, además, no solo la guerra de Ucrania está tirando de los precio del petróleo al alza. Otro factor de presión es la transición energética, al haber provocado una reducción de la inversión en la industria petrolera. 

“Esta crisis comenzó antes de la guerra de Ucrania y muchos de los problemas son estructurales. Los inversores han pedido (y siguen pidiendo) a las petroleras más inversiones en energías renovables. Por ello, productores como Shell y Exxon están aumentando sus inversiones en sistemas solares y turbinas eólicas, restando recursos para la exploración de petróleo y gas”, apunta Safaryan. 

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El resultado ha sido un descenso de las inversiones para la nueva producción de petróleo de alrededor del 70 por ciento desde 2014.  

“Incluso si se invierte más ahora, se necesitarán años para aumentar la producción de forma sostenible. En los próximos años, tendremos que vivir con un suministro ajustado de petróleo y gas. Esto se debe también a que la población de los mercados emergentes (unos 7.000 millones de personas actualmente) va a seguir aumentando y la demanda seguirá siendo elevada”, añade este experto. 

Goldman Sachs pronostica el petróleo en 115 dólares en abril de 2023

En este contexto, bancos de inversión como Goldman Sachs se atreven a pronosticar unos precios del petróleo sobre los 115 dólares en el mes de abril de 2023, incluso pese a la amenaza de la recesión. 

Algo parecido opina Nitesh Shah, de Wisdom Tree: “El hecho de que las economías entren en recesión no inspira una gran confianza en el repunte de las materias primas. Sin embargo, la historia sugiere que las desaceleraciones económicas combinadas con una inflación elevada han estado asociadas a una rentabilidad positiva de las materias primas y el oro”. 

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Si bien, no todo el mundo está de acuerdo en la continuidad de la carestía del petróleo. Hay quien cree que la recesión económica está a la vuelta de la esquina y con ella se producirá un freno en la demanda de petróleo y una caída de los precios de la materia prima. 

"Incluyendo nuestra opinión de que la economía mundial experimenta un estancamiento pronunciado en lugar de una recesión profunda, vemos que la situación de la oferta del mercado petrolero se relajará gradualmente en lugar de endurecerse en los próximos meses. Dicho esto, la geopolítica sigue siendo un elemento de ruido dominante. Mantenemos nuestra visión neutral y vemos una tendencia de precios por debajo de los 90 dólares por barril”, escribe Norbert Rücker, de Julius Baer, al respecto. 

En medio de unos y otros, el consenso de analistas cree que el petróleo caerá en 2023 hasta un promedio de 95 dólares barril (en niveles ligeramente por debajo de los actuales). 

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