Doce medidas para solucionar el problema de las pensiones

Ajustar la esperanza de vida al cálculo de las pensiones, mayor transparencia sobre las prestaciones e implantar las cuentas nocionales, entre las recomendaciones de los expertos para salvar las pensiones

Dotar de sostenibilidad al sistema público de pensiones e impulsar medidas para que los ciudadanos no pierdan poder adquisitivo cuando se jubilen son dos de los objetivos que se ha planteado lograr el Gobierno de Pedro Sánchez.

Para ello, el ministerio de Seguridad Social está diseñando junto a los agentes sociales la reforma de las pensiones, pero, por el momento, su contenido no convence a los expertos, que consideran que en vez de solucionar el déficit que sufre la Seguridad Social puede incrementarlo con las subidas de las pensiones ligadas al IPC.

Para ayudar al Gobierno a alcanzar su objetivo, el Instituto Español de Analistas Financieros y la Fundación de Estudios Financieros han elaborado un informe con recomendaciones para que los trabajadores que llegan a la jubilación no vean reducido su nivel de vida.

Mejorar los tres sistemas de pensiones

El estudio titulado ‘Necesidad del ahorro previsión tras una década de reformas en el sistema público de pensiones’, ha sido elaborado por Mercedes Ayuso, miembro del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones; Inmaculada Domínguez, profesora de la Universidad de Extremadura, y Enrique Devesa, profesor de la Universidad de Valencia.

Ofrece doce recomendaciones relacionadas con los tres pilares en los que se basa el sistema de pensiones: el sistema público, la previsión social colectiva, vinculada al ámbito empresarial, y la previsión social individual, basada en el ahorro privado.

Sistema Público

Respecto al sistema público de pensiones, los expertos consideran que las reformas que se lleven a cabo tienen que tener mecanismos de ajustes automáticos que permitan incorporar las variaciones de la esperanza de vida al cálculo de la pensión inicial. Sobre estos mecanismos "se establecerán las correcciones como consecuencia de los errores de predicción”, apunta el estudio.

Además, el actual sistema debería aportar mayor transparencia mediante información a cada trabajador sobre la cuantía de su pensión futura en euros actuales.

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Según el estudio, de esta forma "los ciudadanos serán conscientes de los ingresos con los que contarán cuando se jubilen y podrán tomar las decisiones de ahorro oportunas desde jóvenes, complementando su pensión pública a través de sistemas de previsión de empleo e individuales".

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Ajustar las pensiones a las cotizaciones

Lograr una mayor relación entre pensiones y cotizaciones es otro de los objetivos a conseguir, ya que incentivaría estas últimas, "al percibirse que todo esfuerzo contributivo genera una mejora de la pensión del mismo orden de magnitud", establece el informe.

Los analistas cree que esta medida sería crucial para “convencer” a los autónomos de que deben aumentar sus cotizaciones. También se debería tener en cuenta la evolución de la longevidad, y "repartir el efecto de ésta entre cotizantes y pensionistas".

Implantar las cuentas nocionales

Para evitar las ineficiencias derivadas de la presión demográfica en nuestro sistema de pensiones de reparto, los analistas proponen llevar a cabo una reforma estructural dirigida a la implementación de un sistema de reparto de contribución definida, lo que se conoce como cuentas nocionales.

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En este sistema, el cálculo de la pensión inicial está ligado a lo realmente cotizado y a la esperanza de vida del individuo en el momento en que se jubile. Edad que, según los expertos, “podría y debería elegir libremente el interesado en función de sus expectativas de pensión”.

Previsión social colectiva

Entre las recomendaciones de los expertos relacionadas con la previsión social vinculada al ámbito empresarial destaca la necesidad de recuperar los incentivos a los empresarios que realicen aportaciones a los sistemas complementarios de previsión social.

Proponen deducir un 10 por ciento la aportación en la cuota del Impuesto sobre Sociedades, que las contribuciones empresariales a sistemas de empleo a favor del trabajador no estén sujetas a la cotización a la Seguridad Social y que se establezca un límite separado de aportación a sistemas de empleo e individuales.

Respecto al megafondo de pensiones de empleo de promoción pública en el que está trabajando el Gobierno, los expertos proponen que ha de diseñarse de manera consensuada y con un período de implementación realista.

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Aseguran que es esencial para estimular la competencia que para los fondos de empleo públicos que integren el megafondo puedan existir varias entidades gestoras y depositarias.

Además, proponen que dentro de cada fondo de pensiones de empleo público existan varias opciones de inversión para dar respuesta a la diversidad de perfiles de riesgo de los partícipes.

Aportaciones

Las aportaciones a los sistemas complementarios deberían realizarse por parte del empresario como del trabajador y estar incentivadas fiscalmente, tanto las que se realicen a fondos de pensiones de empleo públicos como privados, señala el estudio.

A juicio de los analistas, "deben permitirse que no sólo las contribuciones empresariales, sino también las aportaciones de los trabajadores a sus sistemas de empleo, puedan alcanzar los 10.000 euros anuales”.

Previsión social individual

Respecto al ahorro privado finalista, el informe se muestra en contra de la decisión del Gobierno de desviar el ahorro de los planes de pensiones individuales a los de empleo reduciendo de 8.000 a 2.000 euros su aportación máxima con derecho a desgravación en el IRPF.

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Reclaman un impulso a los sistemas de previsión social colectivos pero "sin menoscabo de los sistemas individuales", ya que la reducción del límite máximo de aportación a los sistemas individuales a 2.000 euros anuales "puede perjudicar notablemente el futuro desarrollo del nuevo Producto Paneuropeo de Pensiones Individuales, que será una realidad en el segundo semestre de 2022, y que difícilmente podrá tener éxito en España si carece de unos incentivos fiscales adecuados".

Aumentar el límite de 2.000 euros

Recomiendan incrementar el límite de aportación de 2.000 euros, especialmente en el caso de personas mayores de 50 años, en consonancia con su ciclo vital.

Además, consideran que no deberían reducirse los límites de aportación a sistemas individuales mientras que no se establezcan las bases que permitan un desarrollo paralelo de los sistemas de empleo. “Sería necesaria una implementación gradual de esta medida de al menos 4 años".

Por último, señalan que la rentabilidad obtenida con los planes de pensiones tanto individuales como empresariales debería integrarse en la base imponible del ahorro, y no como rendimiento del trabajo, tributando al tipo de gravamen reducido previsto en la Ley del IRPF para las rentas del ahorro.

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