¿Qué es mejor comprar un piso ahora o en 2023?

Precios más económicos y una financiación barata dibujan un escenario favorable para la compra de un piso ahora

El interés por adquirir un piso se mantiene en máximos tal y como lo revelan los datos de transacciones inmobiliarias, que crecen a doble dígito. Ni siquiera la subida del precio de la vivienda (un 6,4 por ciento en 2021) parece poner coto a esta demanda. Por eso, los expertos del sector consideran que 2022 todavía será un buen momento para realizar operaciones inmobiliarias.

Los datos de compraventa de viviendas correspondientes al pasado mes de enero de 2022, dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejan una subida del 31 por ciento, convirtiéndose en el mejor arranque desde hace 14 años y continúa con la tendencia de finales de 2021 (solo en diciembre las operaciones se dispararon casi un 33 por ciento interanual).

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Para María Matos, directora del servicio de estudios de Fotocasa, esta intensa actividad en el número de operaciones supone que “los ciudadanos le dan mucho valor a la vivienda e indica que el interés por comprar continúa muy latente en la sociedad”.

Aunque lo más positivo es que, aún con la demanda en máximos, “el crecimiento del precio se mantiene contenido, por lo que es un gran momento para adquirir un inmueble”, añade.

La incertidumbre sobre cómo van a reaccionar los mercados y el Banco Central Europeo (BCE) ante la inflación y la guerra en Ucrania, también hace que este sea mejor momento para adquirir una vivienda y no esperar, destaca Antonio Gallardo, experto financiero de iAhorro. De la misma opinión es Ferrant Font, director de servicio de Estudios de pisos.com, quien recuerda que "quien compra ahora lo hará a precios más económicos que dentro de un año y también en financiación".

Font insiste en que el momento es propicio, mientras que no haya ya un cambio en la política de tipos del BCE (que encarezca las hipotecas).

Precio de la vivienda y su valor acumulado

En 2022 entrarán en juego dos factores fundamentales que impulsarán las operaciones. En primer lugar, el precio de la vivienda. Los expertos de Bankinter calculan que los precios crecerán en torno al 4 por ciento este año, por debajo de lo que lo han hecho en años anteriores, mientras que para 2023 el incremento es del 2 por ciento.

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Si bien es cierto que estas cifras representan una moderación respecto a años anteriores (en 2019 el incremento fue del 3,6 por ciento y en 2018, superó el 6 por ciento), los precios de la vivienda se resistirán a bajar por cuatro razones: la demanda; la protección que ofrece los activos inmobiliarios en épocas inflacionistas; el tirón de la obra nueva y la financiación barata.

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Los expertos cifran que, en los últimos cinco años, el valor se ha incrementado un 16 por ciento y que los compradores han tenido que incrementar en este mismo porcentaje su presupuesto para adquirir una vivienda, al que han hecho frente gracias al ahorro acumulado.

Cualquier retraso en la operación (por ejemplo, hasta 2023 esperando una hipotética corrección de los precios) conllevará un incremento de fondos para hacer frente a la subida acumulada de los precios.

El papel de la financiación

La financiación barata también juega un papel decisivo en la compra de una vivienda.

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Como recuerda Antonio Gallardo, “la bajada del euríbor y, por tanto, de los tipos de interés vista durante todo el 2021 impulsó el precio de la vivienda”, pero también las operaciones.

Para este 2022 todavía se podrán encontrar ofertas muy competitivas en materia de financiación a pesar del endurecimiento del discurso de la presidenta del BCE, Christine Lagarde.

En ese sentido, Gallardo destaca que “los bancos todavía están dando a sus clientes ofertas muy buenas en los préstamos hipotecarios, pero de cara a 2023 la tendencia es que los tipos suban, por lo que va a ser difícil encontrar un momento mejor que este para mejorar las condiciones de la hipoteca o comprar una vivienda”.

No obstante, las entidades financieras están dando un giro a sus ofertas, favoreciendo el tipo variable (con diferenciales de euríbor más 0,85 por ciento) y encareciendo las hipotecas a tipo fijo.

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Comprar supone un ahorro de hasta 400 euros

Finalmente, la inflación también convierte la adquisición de una vivienda como la mejor operación financiera este 2022.

“La inflación produce directamente una subida muy elevada en la revisión de los contratos de alquiler, mientras la subida de precios de la vivienda y las hipotecas son subidas ‘tolerables’ al estar los tipos de interés todavía por debajo de la inflación”, señala Gallardo.

Si el tipo de interés en que se financia la operación subiera al 2 por ciento, todavía sería un préstamo “barato” debido a que la inflación está por encima del 7 por ciento.

Según cálculos de iAhorro, en el momento actual, la cuota hipotecaria podría representar una diferencia de hasta 400 euros frente a los alquileres de las grandes ciudades.

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