Tormenta de brotes verdes para impulsar a la banca española

Una tormenta de brotes verdes se avecina sobre los bancos españoles. Muy cerca de presentar resultados, el sector ha capeado uno de los entornos más hostiles que se recuerdan

Una tormenta de brotes verdes se avecina sobre los bancos españoles. El impacto del coronavirus ha sido muy duro pero las entidades se han puesto las pilas. Provisiones, capital, eficiencia, control de costes, todo se ha reforzado. Y las fusiones han sacado al mercado de la apatía.

El castigo golpeó a todo el sector. El índice europeo de bancos pierde en el año casi un 40% y algunas entidades como Sabadell, Santander o el BBVA están entre los peores valores de este índice.

Un exceso de celo por parte de los inversores, una anormalidad en el caso de los dos gigantes de la banca española. Con unas ratios precio/valor en libros de 0,3 veces, poco se entiende que estén defendiendo mínimos de varias décadas.

La vuelta del dividendo como tarjeta de visita

Sobre todo, cuando los niveles de capital son mucho mayores que en la anterior crisis, lo que ha permitido al Santander retomar el pago de dividendos con cargo a los resultados de 2020, siempre y cuando el BCE levante el veto. Y el BBVA va por el mismo camino.

Volverán los dividendos el año que viene. Así lo estiman en Barclays, el contexto lo hará posible. “La resiliencia del capital y el rendimiento sostenible una vez se mitiguen los efectos de la pandemia”, son algunos de los catalizadores que explican su visión alcista.

La industria ha demostrado su capacidad para dotar provisiones y capear uno de los ambientes más hostiles que se recuerdan. Es una de las razones por las que el BCE baraja muy seriamente elminar las restricciones a los dividendos a comienzos de 2021.

Las malas noticias ya están descontadas

Y las malas noticias que puedan llegar con la segunda oleada del coronavirus o con el deterioro adicional del margen de intereses ya estarían descontadas, explican los expertos de la entidad británica.

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Por eso, son brotes verdes de mucho peso los que vienen por delante, el suficiente como para que el mercado se fije en el atractivo de la banca española a estos precios.

“Creemos que las acciones bancarias ya incluyen los factores negativos y ofrecen un potencial de mejora sustancial desde estos niveles, lo que indica una relación recompensa-riesgo positiva para invertir en acciones de bancos españoles”, recalcan en Barclays.

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Evidentemente que las valoraciones podrían caer más, pero conviene reflexionar a fondo antes de dejar pasar el tren de la oportunidad. “Los inversores deberían comenzar a aumentar la exposición de manera selectiva”, apuntan en el banco británico.

Llegarán sorpresas positivas con la temporada de resultados

Pero hay más buenas noticias a las vista. A punto de comenzar la temporada de resultados del tercer trimestre, el beneficio neto de los bancos españoles superará en un 3% en promedio al de sus pares europeos, según calcula Deutsche Bank.

Es cierto que serán cifras que seguirán mostrando caídas en la comparativa anual. Para el conjunto de 2020, el consenso de analistas espera una caída de los beneficios del 54%. Dar la vuelta a un año como este en dos trimestres es imposible.

Pero lo que tampoco se pude obviar es que los beneficios tienden a mejorar, como explican en el banco alemán.

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Las fusiones que estaba esperando el mercado

Su visión más positiva del sector se debe a algunos factores de peso, como la fusión entre Caixabank y Bankia o los comentarios positivos de BBVA sobre la evolución de su negocio en México.

Es importante que la consolidación del sistema financiero avance, y además que lo haga sin sorpresas negativas. En el caso de la caja catalana y la madrileña, no las hubo respecto a los niveles de capital, y fueron mejores de lo esperado en cuanto a sinergias.

Además, "las fusiones y adquisiciones pueden ayudar a acelerar los cierres de sucursales y mejorar la eficiencia", dice Marco Troiano, subdirector del equipo de instituciones financieras de Scope Ratings. 

Claro que no solo se trata de cerrar oficinas y agrupar clientes. Los beneficios de escala se deberían traducir, por ejemplo, en mayores presupuestos para impulsar la digitalizacion.

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El entorno mejora

Aún queda mucho por remar hasta perder de vista la crisis del coronavirus. Pero las cosas son diferentes, las restricciones a la movilidad más suaves, los confinamientos distintos.

Son factores que no deberían provocar “pérdidas importantes”, salvo en aquellos sectores que ya están experimentando problemas, como el ocio, el turismo o los restaurantes, recuerdan en Barclays.

Y desde luego, no deberían pesar sobre los bancos. Los brotes verdes que se avecinan son importantes, demasiado. Como explican en Societe General, los inversores “no pueden permitirse estar infraponderados en bancos con grandes descuentos”.

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