Los beneficios de Caixabank, el Sabadell y Bankinter caerán hasta el 27% por el impuesto

¿Cuál es el impacto del impuesto Sánchez sobre el beneficio de Caixabank, Banco Sabadell y Bankinter? Se esperan caídas de hasta el 27% en las ganancias de 2023

El impuesto Sánchez a las entidades financieras provocará un agujero de doble dígito en los beneficios de los bancos domésticos -Caixabank, Banco Sabadell y Bankinter-, los más expuestos al rejonazo fiscal del Ejecutivo español.

La mordida a los beneficios se compone de dos bocados, lo que los bancos habrían ganado en caso de no existir el impuesto, y lo que efectivamente perderán con la nueva tasa.

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De no mediar el impuesto Sánchez, Bankinter descontaría un incremento en el beneficio ajustado de 2023 del 6 por ciento, Banco Sabadell del 10 por ciento y Caixabank del 7 por ciento, de acuerdo con los cálculos de UBS. Tras el impuesto Sánchez, ese crecimiento se perderá. Sería lucro cesante.

Pero con el efecto del gravamen, los recortes van a más: se sustancian en reducciones de ganancias.

En concreto, el impuesto extraordinario provocará caídas del 11 por ciento en el beneficio ajustado de Bankinter del año que viene, del 10 por ciento en Caixabank y del 17 por ciento en Banco Sabadell.

Doble mordida impositiva

La suma de lo que los bancos dejan de ganar, más lo que pierden con el impuesto, deja este saldo: unas caídas del beneficio ajustado de 2023 para Bankinter del 17 por ciento; del 27 por ciento en Banco Sabadell y del 24 por ciento en Caixabank.

Fuera del IBEX 35, la tasa sobre las entidades financieras se comerá el 20 por ciento del beneficio de Unicaja, teniendo en cuenta el 4 por ciento que deja de ganar y el 16 por ciento del beneficio que se come el impuesto.

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Solo esquivarán el grueso del impuesto los dos gigantes de la banca española, Banco Santander y BBVA. El beneficio ajustado del banco cántabro se resentirá un 3 por ciento, mientras que el de la entidad vasca permanecerá plano.

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Hachazo al beneficio de los bancos domésticos

La magnitud del hachazo fiscal deslució el esfuerzo de los bancos por impulsar sus cuentas de resultados. Los resultados presentados hasta junio fueron mejores de lo esperado, pero quedaron eclipsados por la tasa extraordinaria.

De hecho, los analistas rebajaron sus proyecciones por pérdidas crediticias y destacaron aspectos como la mejora en el margen de intereses y las comisiones netas, que es precisamente lo que el impuesto Sánchez gravará con el 4,8 por ciento en 2023 y 2024.

El problema es que cuando se juntan las buenas tendencias del negocio con los efectos del impuesto, “vemos que las actualizaciones subyacentes para los bancos están completamente erosionadas por el nuevo gravamen”, explican Ignacio Cerezo y Álvaro Fernández-Garayzabal, los analistas de UBS que firman el informe.

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Y esto lleva a recortar el beneficio.

Recortes de valoración

Tras calcular los impactos en la cuenta de resultados de los bancos domésticos, los economistas del banco suizo ajustaron sus valoraciones a la baja.

En el caso de Caixabank, los expertos recortaron el precio objetivo desde 4 euros a 3,55 euros, manteniéndola nota de comprar con potencial alcista superior al 20 por ciento.

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Para Banco Sabadell, el nuevo precio objetivo es de 0,8 euros, frente a los 1,05 euros que estimaba previamente UBS, igualmente con nota de comprar.

En Bankinter, el recorte fue desde los 6,8 hasta los 5,9 euros, también cono consejo de comprar y potencial de subida superior al 20 por ciento.

Y en Unicaja, los analistas rebajaron su nueva valoración hasta los 1,10 euros, frente a los 1,41 euros anteriores, con consejo de compra.

Un impuesto muy punitivo para los bancos

La conclusión de UBS tras encajar todas las cifras y extender sus nuevas valoraciones no pudo ser más explícita: “El impuesto bancario propuesto es muy punitivo”, sentenciaron los analistas.  

Precisamente por esta razón, los altos ejecutivos de la banca doméstica española no se mordieron la lengua en las presentaciones de resultados y dejaron patente su malestar.

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La medida es “equivocada, errónea, injusta, distorsionadora y contraproducente”. E incluso contraviene la normativa europea porque prohíbe la repercusión a los clientes, dijo el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar.

Este impuesto extraordinario “nos parece extraordinariamente injusto”, dijo la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa.

Además, dejó abierta la puerta a que el banco recurra a los tribunales si hay “resquicios” para hacerlo y “nos asiste el derecho”.

Por su parte, el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, se limitó a recordar que quienes más sufrirán este impuesto serán los “pequeños accionistas” y reclamó que el gravamen sea lo más neutral posible.

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