Los bonos de Grifols se hunden

Los precios de los bonos de Grifols se desploman desde inicios de 2022

Grifols está disfrutado de un respiro en bolsa desde inicios de 2022, manteniendo su rendimiento estable hasta la fecha con una leve mejora del 0,6 por ciento que ha llegado precedida, sobre todo, por su escalada bursátil del último mes.

Gran parte del temor de los inversores en renta variable de Grifols, que provocó el hundimiento de sus acciones durante 2021, venía precedido del alto endeudamiento al que recurrió la compañía para financiar operaciones como la compra de Biotest.

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Y como el mercado siempre cuenta con voces alcistas y bajistas, en este año 2022 ha habido quien ha decidido apostar por la recuperación pospandémica de la empresa farmacéutica española, reanimando así sus acciones.

En el mercado de bonos, directamente relacionados con la alta deuda de Grifols, en cambio, la confirmación del alto apalancamiento de la cotizada del IBEX 35 y sus pocas perspectivas de que esta situación cambie a corto plazo, han hundido el precio de sus títulos, haciendo que pierdan hasta un 10 por ciento de su valor nominal en los últimos meses.

Las agencias de calificación siguen en estado de alerta

"El margen de maniobra de las calificaciones de Grifols es limitado en medio de unas condiciones operativas persistentemente duras", apunta S&P en su último informe sobre la compañía.

"Aunque esperamos una mejora en el acceso al plasma en 2022, es probable que siga siendo restringido, y que solo alcance los niveles prepandémicos en 2023", añade la agencia de calificación crediticia.

En opinión de S&P, por tanto, este contexto mantendrá los costes del plasma elevados durante los próximos 12 a 18 meses, "lo que seguiría presionando la rentabilidad de Grifols" y, en consecuencia, no dará pie a un desapalancamiento de relevancia este año.

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Previamente a este informe Standard&Poor's, emitido el 1 de marzo, la agencia había rebajado en septiembre la calificación de la compañía española a un nivel BB- que le situaba en la frontera de los instrumentos de deuda altamente especulativos.

Con su nuevo aviso sobre la compañía, S&P no asesta un golpe mayor del ya descargado en 2021, pero sí ratifica una opinión repetida por distintas voces del mercado, que la recuperación de Grifols pasa por una mejora en las condiciones macroeconómicas que le permita mejorar su flujo operativo y, con ello, su balance.

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Pero si ese contexto no ocurre, y volviera a darse un contratiempo como la aparición de una nueva ola de coronavirus, la empresa con sede en Barcelona estaría en una posición para afrontar estas circunstancias.

S&P, a pesar de la señal de alerta enviada, sí considera que "la mayoría de los efectos negativos en las operaciones de Grifols durante 2020 y 2021 estaban relacionados con la pandemia y son, por tanto, temporales".

Este peligro, sin embargo, ha provocado que los bonos de Grifols aumenten su perfil riesgo, llevando a una reducción significativa de su cotización.

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Los bonos no garantizados de Grifols pagan la desconfianza del mercado

Grifols cuenta en estos momentos con cinco bonos senior no garantizados en circulación, cuyo importe total asciende a unos 4.500 millones de dólares.

Uno de los bonos con mayor cupón es el emitido en dólares americanos el pasado octubre, que formó parte de la estrategia de financiación de Grifols para comprar Biotest.

Este bono emitido en dólares americanos vence en 2028 y cuenta con un cupón del 4,75 por ciento que se paga semianualmente. Su alto cupón hizo que el bono fluctuara entre los 100 y los 101 dólares desde su emisión, de acuerdo a los datos proporcionados por la Bolsa de Frankfurt, dado que, incluso pagando un sobrecoste de un dólar por el valor nominal, los inversores conseguían un rendimiento atractivo para las condiciones de escasos beneficios en las que se encontraba el mercado de renta fija.

Con la llegada de 2022, sin embargo, y particularmente en febrero, este bono vivió un descenso de su precio hasta los 94 dólares.

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Una caída que sin duda lo hará muy atractivo para aquellos actores del mercado dispuestos a asumir los riesgos que plantea la deuda de Grifols (el rendimiento del bono a este precio de 94 dólares es de cerca del 5 por ciento), pero que también implica una importante pérdida de valor nominal para aquellos bonistas que se hicieran con el instrumento antes de su descenso.

El resto de bonos sigue la misma estela

La trayectoria descendente dibujada por el bono denominado en dólares de Grifols la siguen también los otros cuatro bonos senior no garantizados.

El bono XS2393001891 con vencimiento en 2028 y un cupón del 3,875 por ciento ha bajado su cotización hasta los 92,63 euros desde el entorno de los 100 en que cotizaba a principios de año.

El bono con vencimiento en 2027 y un cupón del 2,25 por ciento inició este descenso algo antes del inicio de 2022, pero ha acentuado su caída durante estos últimos meses, cambiando su cotización en 102 euros por una en torno a los 93.

Los dos bonos con vencimiento en 2025 y cupones del 1,6 y el 3,2 por ciento, mientras tanto, redujeron su cotización hasta cerca de los 96 euros.

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Así pues, los inversores que decidan apostar por los instrumentos de renta fija de Grifols tienen una buena oportunidad frente a ellos, sí pueden tolerar el factor riesgo.

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