La deuda privada, bajo la lupa

La quiebra bancaria de Lehman, el escándalo Madoff, la suspensión de los reembolsos del fondo inmobiliario del Santander... Con la[…]

La quiebra bancaria de Lehman, el escándalo Madoff, la suspensión de los reembolsos del fondo inmobiliario del Santander... Con la desconfianza de los inversores por los suelos, la CNMV se ha puesto manos a la obra para evitar que algunos de los pocos instrumentos financieros que todavía no se han visto afectados de forma escandalosa por algún tipo de impago, quiebra o fraude entren en esta dinámica de recelos y sospechas. Entre las últimas decisiones que ha tomado (que justo coincide en el tiempo con el anuncio de la suspensión de los reembolsos del fondo Banif Inmobiliario del banco Santander) la CNMV ha pedido a las entidades más claridad e información en sus emisiones de deuda, muy de moda en la actualidad.

La institución ha enviado una carta a los presidentes de las principales asociaciones de entidades financieras (AEB, CECA, Unacc y AECR) instando a bancos y cajas a que extremen la transparencia en las emisiones de deuda que realicen entre inversores minoristas, y en especial cuando se trate de activos de deuda subordinada o participaciones preferentes. Y es que comenzaba a haber indicios de ciertas prácticas claramente desfavorables para los inversores. Sin ir más lejos, hace sólo unos días Banco Sabadell y Deutsche Bank han renunciado a comprar a sus inversores su deuda subordinada al vencimiento, acogiéndose al hecho de que estos activos son perpetuos.

A partir de ahora, la CNMV se ha comprometido a advertir al inversor de si una emisión le es desfavorable. Un duro compromiso, de auténtico asesor financiero, teniendo en cuenta las argucias que son capaces de hacer las entidades en estos momentos con tal de captar y mantener la atractiva liquidez de particulares. Veremos si la CNMV da la talla o su actuación se queda simplemente en un manifiesto de buenas intenciones.

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