¿Importa si la bolsa europea sube o baja?

Su capacidad de preservar capital y ofrecer retornos en mercados de todo tipo, e incluso beneficiarse de las caídas, es lo que está atrayendo la atención de los inversores hacia las estrategias de renta variable europea con enfoque long-short. Se puede optar por aquellas de mercado neutral o por otras más direccionales: muchos gestores son partidarios de estas últimas porque ofrecen mayor potencial pero también hay selectores que se decantan por las primeras, muy útiles en mercados laterales.

En un entorno en el que los activos tradicionales amenazan con ofrecer rentabilidades más bajas que en el pasado, y con una mayor volatilidad, los inversores están mirando con fuerza hacia estrategias alternativas, capaces de ayudar a proteger el capital en los momentos más difíciles, pero también de participar en los rebotes. Estrategias que pueden aportar una verdadera diversificación y descorrelación a las carteras, sin asumir riesgos excesivos.

Los expertos hablan de un renovado apetito por los CTAs, fondos long-short de crédito, estrategias de arbitraje de fusiones, global macro... pero si hay una que despunta con fuerza, principalmente por el valor que puede aportar en un contexto bursátil muy volátil, es la de renta variable con posiciones largas y cortas, es decir, long-short. Este tipo de estrategias aplicadas a la renta variable europea han sido capaces de ofrecer retornos positivos en periodos de tres años (con rentabilidades de hasta el 15 por ciento, ver cuadro). Su capacidad de preservar capital y ofrecer retornos en escenarios de todo tipo, e incluso beneficiarse de las caídas, es lo que está atrayendo la atención de los inversores. 

«Al estar los tipos de interés históricamente bajos, los inversores buscan alternativas: los fondos long-short pueden ser una buena opción, ya que su correlación con el mercado es baja y en momentos de caída suelen preservar capital mejor que los fondos que invierten todo su volumen en acciones», comenta Nicolas Walewski, fundador de Alken AM, gestora con uno de los fondos de este tipo más conocidos en el mercado. «Cuando hay menos visibilidad sobre la dirección de las bolsas, los inversores se plantean cambiar algo del riesgo mercado por más riesgo gestor, que es lo que se hace al vender renta variable y comprar estrategias long-short», explica Diego Fernández Elices, director de Selección de Fondos de A&G Banca Privada.

Para Antonio Castilla, socio-director de Conecta Capital, la situación actual de volatilidad, las incertidumbres despertadas sobre el crecimiento a nivel global y, sobre todo, la posibilidad de recoger favorablemente tanto tendencias de subida como de bajada en los mercados -gracias al dinamismo de los gestores, que abren posiciones tanto cortas como largas- explican el apetito de los inversores. «Para clientes que quieran tener exposición a los mercados de renta variable con menores volatilidades y caídas, la renta variable alternativa se configura como una excelente opción por la posibilidad de utilizar posiciones cortas que pueden servir tanto como inversión como cobertura y ayudan a generar alfa, a descorrelacionar y a mejorar el perfil rentabilidad-riesgo». Y cree que estos fondos «deben estar en las carteras de cualquier inversor conjuntamente con los fondos mixtos flexibles».

En esta línea, Steve Frost, gestor del fondo Legg Mason Martin Currie European Absolute Alpha, explica que la mayoría de los inversores en renta variable europea han aumentado la cautela debido a preocupaciones como la crisis macroeconómica, la desaceleración a nivel mundial y en Europa y las dudas sobre la salud de algunas industrias. Pero destaca que los gestores long-short ofrecen un amplio set de oportunidades, pues tienen la capacidad de reducir la volatilidad y el impacto de los mercados bajistas a la vez que se aprovechan de la situación con posiciones cortas en compañías que, prevén, acabarán cayendo. «Los inversores en estas estrategias buscan menores caídas cuando el mercado baja, pero también participar en las subidas», explica. En su opinión, representan una «poderosa combinación para ofrecer retornos atractivos con volatilidad más baja que la del mercado».

¿Direccionalidad o sin exposición a mercado?

En su mayoría son estrategias que pueden tener más o menos exposición a la bolsa, o incluso posicionarse de forma corta, adaptándose así a lo que ocurra en los mercados, si bien también hay estrategias de mercado neutral, sin exposición direccional a la renta variable, como es el caso del fondo long-short de renta variable europea DNCA Miuri de Natixis.

«Dependiendo del producto, el inversor busca una cosa u otra. El inversor que compra una estrategia de mercado neutral busca tener una volatilidad muy baja y un rendimiento superior a lo que le pueda dar un depósito, probablemente con un 2-3 por ciento de rentabilidad anual debería estar satisfecho. Un inversor que invierte en un long-short direccional, asimilará más riesgo pero a la larga también exigirá retornos más atractivos: a tres años esperará tener retornos de entre el 6-8 por ciento anuales de media, con una volatilidad bastante inferior a la del mercado», explican en Alken. En su caso, el Alken Absolute Return Europe es un fondo direccional con una exposición media al mercado del 40 por ciento desde que se lanzó en 2011. Esta exposición puede variar entre el -20 y el 80 por ciento. Walewski prefiere tener una cierta direccionalidad y más volatilidad para alcanzar mayores rentabilidades a medio-largo plazo. 

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También desde Legg Mason prefieren la direccionalidad, porque les permite participar con más fuerza en las subidas bursátiles, si bien reconocen que las de mercado neutral son estrategias útiles en mercados laterales. «Pero a largo plazo se espera que las bolsas suban, así que queremos participar en esa apreciación positiva y por tanto somos gestores direccionales», con una actual exposición neta del fondo del 50 por ciento.

Ignacio de la Maza, director general para España y Latinoamérica de Henderson Global Investors, también prefiere la direccionalidad. «Generalmente, las estrategias direccionales tienden a tener un rango definido de exposición neta al mercado relativamente más amplio que, aunque delimitado, otorga una mayor flexibilidad para adaptarse a las condiciones y oportunidades. Una estrategia de mercado neutral está más restringida». Por eso cree que una estrategia direccional «con un riesgo controlado y un buen proceso de inversión ejecutado de manera disciplinada debería poder generar rentabilidades superiores». En el caso del Henderson Gartmore UK Absolute Return, cuenta con esa flexibilidad y la exposición neta puede situarse en el rango -50 / 75 por ciento -a finales de abril, era del 18 por ciento-.

Los mejores fondos para los selectores

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En Conecta Capital destacan fondos de ambos tipos, como el de Alken, que Castilla tilda de fondo de autor; el Henderson PanEuropean Alpha (con exposición al mercado bursátil europeo de entre el cero y el 75 por ciento, con un 25 por ciento de media en posiciones cortas y con ideas largas y cortas dentro de un mismo sector); o el F&C Real Estate Equity Long/Short, de BMO Global AM, un fondo de mercado neutral que toma posiciones largas y cortas en REITs (las socimis españolas) y con una exposición neta que oscila entre el -10 y el 10 por ciento.

Desde A&G Banca Privada apuestan por estrategias de mercado neutral. «No buscamos participar en las subidas, sino lo que para nosotros debería ser realmente la inversión alternativa, logrando rentabilidades positivas con independencia de la evolución de los mercados». En este segmento, dice, se está complicando la selección recurrente de fondos, porque muchos están cerrados a nuevas suscripciones, precisamente por el apetito que hay hacia este tipo de estrategias. «En los últimos 12-18 meses ha habido una fuerte demanda por estrategias de mercado neutral», corrobora Steve Cordell, gestor del fondo Schroder ISF European Equity Absolute Return, un fondo que sigue también esta filosofía a lo largo del ciclo, con una exposición neta de entre /-25 por ciento (la media desde el lanzamiento del fondo en 2003 es del 15 por ciento y la actual, del 3,9 por ciento).

Fernández explica que sus principales apuestas en este segmento son MLIS Marshall Wace TOPS UCITS, Pictet Agora y Old Mutual Global Equity Absolute Return. El primero es «una historia muy interesante con resultados más que demostrados desde hace muchos años. Centenares de brokers diferentes meten en los sistemas recomendaciones de compra y venta, que son analizadas a través de algoritmos, con el objetivo de entender cómo optimizarlas». El segundo es un fondo de mercado neutral discrecional, pero con una estrategia muy nicho, dado que compra y vende acciones en función de eventos corporativos. El tercero es un fondo con un proceso de inversión cuantitativo basado en variables fundamentales que combina de manera dinámica grupos de factores (sentimiento, valoración, macro...) y cuyo objetivo principal es la diversificación, no sólo por el número de acciones, sino por el estilo de inversión).

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