Premio BBVA aboga por un Estado fuerte y libertad económica contra la pobreza

La clave para una buena política de lucha contra la pobreza es la combinación entre "un Estado fuerte y libertad[…]

La clave para una buena política de lucha contra la pobreza es la combinación entre "un Estado fuerte y libertad económica", según el economista Martin Ravallion, que hoy ha recogido un premio de la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, y que menciona a China como ejemplo de esta teoría.

En una entrevista con Efe, Ravallion, que ha obtenido el galardón en la categoría de cooperación al desarrollo, asegura que el país asiático es el que más progreso en la lucha contra la pobreza ha conseguido en la historia.

Esto ha sido así, afirma, gracias a una buena "secuenciación del desarrollo", implementando en primer lugar medidas relacionadas con la agricultura y posteriormente políticas de liberalización de los mercados.

Ravallion se muestra optimista sobre lograr eliminar la pobreza extrema en el año 2030, gracias a "las políticas adecuadas" y a "algo de buena suerte", aunque cifra este objetivo en bajar desde el actual 10 % de la población mundial hasta el 3 %, debido a que reducir los últimos puntos porcentuales "será más difícil".

En su último libro publicado, "The Economics of Poverty: History, Measurement and Policy", analiza soluciones contra la pobreza, entre las que destaca, "como regla general", lograr "el desarrollo humano" a través del acceso "a buenos servicios", sumado a reformas económicas "que liberalicen los mercados y que permitan que la gente consiga oportunidades".

En este sentido, reconoce que en la reducción de la pobreza también influyen las políticas redistributivas, aunque en su opinión se comete "el error de pensar que la reducción de la pobreza o la desigualdad se basa solo en este tipos de medidas".

Por otro lado, señala que "en cierto sentido es más fácil reducir la pobreza que la desigualdad" y que en ningún caso estos dos fenómenos están relacionados con el sistema económico actual ni con el crecimiento de la economía.

Asimismo, subraya que en algunos países el crecimiento económico equivale a más desigualdad pero esto depende de "las condiciones de base de un país", como el acceso al crédito, la sanidad o la educación, además de si ese crecimiento se distribuye de forma igualitaria.

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De producirse esas condiciones, según el economista, el crecimiento económico ayuda en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, mientras que, de no producirse, el crecimiento de la economía "solo beneficia a los ricos".

Recuerda que a nivel global "la pobreza y la desigualdad están cayendo", aunque reconoce que en algunos países esto no está sucediendo, como en algunos de las regiones de Europa Occidental y Norteamérica, por lo que entiende que la gente tenga la percepción de que aumentan.

A su juicio, los problemas de la pobreza son comunes a los países desarrollados y en desarrollo, dos categorías que están empezando a perder su definición mientras se avanza hacia un "concepto global de la pobreza".

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Aunque cree que "el grueso de la pobreza todavía se encuentra en los países en desarrollo", el economista señala que el cambio climático es el principal riesgo en la lucha para erradicar la pobreza extrema.

La razón es que las personas en esta circunstancia son más vulnerables a dicho fenómeno que el resto de la población, asegura el exdirector del grupo de investigación del desarrollo del Banco Mundial.

Cree que en las próximas décadas "los costes producidos por el cambio climático" serán soportados por la población más pobre.

En su opinión, otro de los riesgos principales en la lucha contra la pobreza es la inestabilidad del sector financiero, ya que en la actualidad los pobres están más integrados en el sistema de mercado, lo que significa que también "están más expuestos al riesgo".

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