Las bolsas ya no creen a Trump: Así está (de verdad) la guerra comercial

Las bolsas parece que ya se han hartado de las dialéctica confusa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de[…]

Las bolsas parece que ya se han hartado de las dialéctica confusa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de sus tuits incendiarios que describen poco menos que el apocalipsis, seguidos por una batería de declaraciones almibaradas en las que parece que el mundo es de color rosa. 

Ayer por la mañana, Trump no tuvo inconveniente de despachar al mercado la noticia que había recibido una llamada en la que los chinos se mostraban completamente dispuestos a reiniciar las negociaciones, apenas dos días después de aprobar una ronda de aranceles por 75.000 millones de dólares y dejar que el yuan se depreciase hasta mínimos de once años. Y por extraño que parezca, y aún cuando la prensa oficial china negó la mayor, el mercado entró al trapo. 

Claro que Trump no se resistió a deja la cumbre del G7 sin mostrar su otra cara, y tras el bálsamo dialéctico de por la mañana, quiso dejar claro que no estaba abandonando sus tácticas duras para forzar un acuerdo comercial sobre China. Esta es la razón, en parte, por la que las bolsas europeas han amanecido hoy planas y sin descontar apenas ni los progresos en Italia para una posible coalición "anti Salvini" ni el tono más relajado de Boris Johnson, que ahora sí ve posible el acuerdo para evitar el Brexit desordenado. 

A Trump parece traerle sin cuidado la incertidumbre que ha causado la guerra comercial, ni el riesgo de desaceleración global ni el desplome de los mercados. Por eso, insiste en su atrevida y desconcertante política del "palo y la zanahoria", de las declaraciones en uno y otro sentido, para desconcertar aún más a los inversores. "Es la forma en que negocio. Me ha ido muy bien a lo largo de los años. Y le está yendo aún mejor al país ", dijo Trump a los periodistas. 

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Pero lo cierto es que estos métodos de los que Trump presume han conducido a dos años de escalada en las tensiones y a escasos avances, con lo que el mercado ya se pone en lo peor. "La probabilidad de cualquier tipo de acuerdo sostenible ya era remota hace una semana. Y ahora, el margen político en el que se podría alcanzar un acuerdo es infinitesimal ", dice Jude Blanchette, experta del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.

En la misma línea, los analistas de Link Securities opinan que este factor de incertidumbre, la "guerra comercial", no se va a resolver en el corto plazo y va a seguir generando volatilidad y tensión en los mercados de valores mundiales. 

Y la realidad es que se han conseguido pocos progresos. Fuentes próximas a las negociaciones consultadas por Bloomberg aseguran que "el estado de las conversaciones muestra que se ha avanzado poco en las últimas semanas". De hecho, cualquier progresos percibido por Trump puede tener más que ver con su estado de ánimo que con lo que realmente está sucediendo. La administración también parece carecer de un plan claro sobre qué hacer a continuación.

El problema para Trump es que China es un hueso muy duro de roer. Es cierto que ha habido conversaciones entre funcionarios chinos y estadounidenses, pero a fecha de hoy, ni siquiera hay fecha oficial u oficiosa para retomar las negociaciones en septiembre. Es más, China no consentirá de ningún modo retomar las conversaciones sobre la base del borrador de 150 páginas que provocó la ruptura de las negociaciones hace unos meses, tal y como pretende Trump. Por eso, algunos funcionarios de Estados Unidos se han mostrado reacios a celebrar otra ronda si no se puede lograr nada sustancial.

No ha sucedido nada sustancial", dice a Bloomberg Derek Scissors, un experto en China del American Enterprise Institute que ha asesorado a la administración. "Pueden hacer tantas llamadas telefónicas como quieran, pero eventualmente algo tiene que salir de las conversaciones", apunta. Y de ahí la apatía del mercado. 

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