La Orotava quiere revalorizar los castaños, un cultivo casi abandonado

El Ayuntamiento tinerfeño de La Orotava impulsará un proyecto para revalorizar el cultivo de los castaños, que se ha ido abandonando con el tiempo pese a que supone un recurso económico, cultural, gastronómico y turístico.

Por ello el concejal de Agricultura de La Orotava, Alexis Pacheco, ha anunciado hoy en un comunicado que se realizará un estudio para tener un diagnóstico de la situación actual en esta localidad con el objetivo de luego poder contactar con los propietarios de castaños e informarles de todos los beneficios que pueden sacar a este cultivo.

Paralelamente se impulsarán talleres gastronómicos en octubre y noviembre, fecha en la que más se consume la castaña, y el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con la Asociación de Cosecheros de Castañas de Acentejo y el Centro de Transformación de Productos Agrarios del municipio de La Matanza para garantizar la comercialización del producto.

El trabajo de campo inicial consistirá en el rastreo del territorio municipal para contactar con propietarios y arrendatarios de parcelas con ejemplares cultivados.

Este rastreo permitirá tener un contacto directo con este sector de la población de ámbito rural, elaborar una base de datos y determinar un diagnóstico de la situación actual del cultivo y sus necesidades.

En el Valle de La Orotava, al norte de Tenerife, existe una importante masa de castañeros que sirvió de recurso antes de la llegada del turismo pues su aprovechamiento permitía alimentar a los campesinos y además extraer varas de madera para elaborar recipientes artesanales.

La cestería con varas de castaño ha sido un oficio con gran arraigo, señala el Ayuntamiento, que indica que esta especie de hoja caduca se extiende desde las faldas de la ladera de Santa Úrsula al este hasta el límite oeste de La Orotava, y se halla dispersa en zonas de cultivo, laderas de barrancos o concentrada formando agrupaciones de gran interés.

De La Orotava son precisamente dos ejemplares históricos en Tenerife como son el "Castaño de Las Siete Pernadas", aún en una finca en Aguamansa, y el desaparecido del Marqués de La Candía.

El castañero es un árbol de hoja caduca que brota en mayo y cae con la llegada del otoño, el tronco del árbol es capaz de alcanzar alturas de 20 a 22 metros y presentar copas frondosas de 6 a 8 metros de diámetro.

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