Expertos alertan del impacto en el déficit de la recapitalización de la CGD

El Consejo de Finanzas Públicas luso alertó hoy de que la recapitalización de la entidad estatal Caixa Geral de Depósitos[…]

El Consejo de Finanzas Públicas luso alertó hoy de que la recapitalización de la entidad estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD) puede tener un impacto negativo en el déficit presupuestario y en la deuda pública.

Así se recoge en un informe elaborado por este organismo estatal sobre la evolución presupuestaria durante el primer trimestre del año, en el que identifica al sector financiero como una de las fuentes de riesgo para las finanzas públicas.

La CGD, el mayor banco de Portugal, necesita ser recapitalizada y aunque no se conocen cifras oficiales, la prensa lusa apunta a que la entidad precisa de una inyección de fondos que oscilaría entre los 4.000 y los 5.000 millones de euros.

El informe de los expertos lusos avisa del impacto que puede tener en las cuentas públicas esta recapitalización -que tiene que recibir el visto bueno de Bruselas-, así como las operaciones de compensación a los clientes que perdieron sus ahorros tras la caída del Banco Espírito Santo (BES).

Además, el Consejo también apunta al riesgo que representa el aumento de los gastos de personal que pueden derivarse de la reversión de las rebajas salariales de los funcionarios y de la reducción de su jornada laboral de 40 a 35 horas semanales.

La disminución del IVA en la restauración (que desde el 1 de julio pasó del 23 al 13 %, excepto en algunas bebidas) y el incremento del gasto en prestaciones sociales también representan desafíos para las cuentas públicas lusas.

"La incertidumbre que persiste sobre el desempeño de la economía nacional e internacional sobre lo previsto en los Presupuestos del Estado de 2016 constituyen otros riesgos que deben ser señalados", concluyen los expertos.

Portugal cerró 2015 con un déficit público del 4,4 % del PIB -en el que se incluye el impacto fiscal por la liquidación del Banif- cuando tenía que haber terminado por debajo del 3 %, por lo que ahora se enfrenta a un proceso de sanciones por parte de Bruselas.

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El Gobierno luso espera acabar el presente ejercicio con un déficit del 2,2 %, aunque las últimas previsiones de otros organismos proyectan cifras superiores.

La OCDE estima que el déficit luso cerrará 2015 en el 2,9 % del PIB y la Comisión Europea sitúa ese indicador en el 2,7 %.

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