España necesita una estrategia de país para crecer

Infraestructuras renovadas, talento y estructuración del sector bancario son algunas de las fortalezas que tiene España para consolidar su crecimiento, pero también tiene debilidades que debe superar procedentes del mercado laboral y del desajuste presupuestario. Estas son unas de las conclusiones de la mesa de debate sobre crecimiento económico organizada en el Congreso de Directivos CEDE.

Bajo el título 'El debate económico sobre crecimiento' se desarrolló la primera mesa redonda celebrada en el Congreso de Directivos de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Moderada por Fernando Ruiz, presidente de Deloitte, contó como ponentes con Santiago Carbó, catedrático y director de estudios financieros de Funcas; Jordi Gual, director ejecutivo de Planificación Estratégica y Estudios de CaixaBank, y David López-Salido, director asociado de la Dirección General de Asuntos Monetarios de la Reserva Federal Estadounidense, que reflexionaron sobre el crecimiento como principal objetivo de la política económica internacional, haciendo especial hincapié en España.

David López-Salido abrió el debate incidiendo en que la gran diferencia entre las economías de Estados Unidos y Europa es la flexibilidad de la economía americana, «que le lleva a tener una mayor capacidad para acometer decisiones de forma rápida», además de que «allí utilizan los mercados de capitales más que en Europa».

Por su parte, Santiago Carbó destacó las diferencias entre Reino Unido y Estados Unidos como «la contundencia de las autoridades monetarias y financieras británicas» y la notable flexibilidad de su economía, aunque «no llega al nivel de la americana».

Aseguró que Reino Unido se ha convertido en «un puerto franco» de las finanzas en Europa en los últimos 10 años, principalmente Londres y, aunque en su opinión, «ha perdido peso en la industria automovilística, tiene un dinamismo superior a otras economías europeas».

Jordi Gual rompió una lanza a favor de Europa frente a EE UU y, aunque reconoció que la UE ha crecido menos en los últimos 25 años, «si nos fijamos en el crecimiento per cápita la diferencia no ha sido tan grande».

Para él, una de las ventajas de Estados Unidos es el tamaño de su mercado y destacó que en Europa aún «tenemos un mercado no integrado de tecnología, banca y telefonía». Admitió que aunque la UE ha creado el euro, «lo ha hecho sobre unas bases endebles» y cree que una moneda única «necesita un Tesoro único y un sistema de decisión única».

LUCES Y SOMBRAS EN ESPAÑA

Tras hacer un repaso sobre las economías de los países africanos y de China, cuyo crecimiento, para David López-Salido, depende de lo que pase en el resto del mundo porque China «es un país eminentemente exportador», los ponentes profundizaron en la economía española.

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Jordi Gual se definió como «optimista cauto» respecto al futuro económico de nuestro país y destacó que cuenta con importantes fortalezas como su buena posición en el sector exterior, el desapalancamiento de familias y empresas, la estructuración del sector bancario, infraestructuras renovadas; generación de empleo y mucho talento. Pero reconoció que el país también tiene debilidades y la principal proviene del mercado laboral dual. «Existen los que tienen un trabajo con mucha protección y los que están desprotegidos».

Otro problema, a su juicio, es que «no hemos hecho el ajuste presupuestario que necesitábamos. Hemos desperdiciado 2015 y ahora que estamos creciendo un tres por ciento hay que hacerlo porque si no lo hacemos ahora ¿cuándo lo haremos?». Otra de las carencias de España para Gual es «la poca efectividad de las instituciones sociales al asignar recursos tanto públicos como privados». Admitió que aunque es optimista, «aún hay deberes pendientes».

Santiago Carbó compartió este optimismo respecto al crecimiento de la economía española a corto plazo y al empleo, pero apuntó la necesidad de «estimular el talento aplicado a la empresa».

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Más contundente fue López-Salido al señalar que España necesita una estrategia de país para crecer y pensar a más largo plazo, «más allá de los próximos tres años». «Es necesario pensar en cómo cimentar nuevas fuentes de crecimiento para que nuestro país se consolide en Europa».
Preguntados por Fernando Ruiz qué consejos darían al ministro de Economía que salga del próximo gobierno, Gual le recomendó que aproveche el primer año para introducir medidas de cambio y que establezca pactos con la oposición para que estos sean duraderos. También le diría que «adopte medidas de amplio espectro, que aplique la regla de las tres 'ex': explicar, explicar y explicar y que no diga que hace las cosas porque lo manda Bruselas».

También «atacaría» la cuestión presupuestaria porque «no es verdad» que reducir el gasto desacelere la economía, ya que hay «mucho gasto improductivo» y le pediría que se reformen las administraciones.

Carbó destacó que hay que estimular una mentalidad en que «predomine más la innovación que el ladrillo» y pediría al ministro que reconociera que España tiene un problema con las pensiones porque «el actual sistema no es sostenible».

David López-Salido concluyó diciendo que el nuevo gobierno debería evitar «el uso partidista y populista» de las medidas que tome.

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