¿Debo asumir más riesgo en fondos de inversión para lograr más rentabilidad?
Los fondos que pueden aportar más valor a una cartera en la que no se desea asumir un riesgo excesivo son los fondos de deuda europea de corto plazo, determinados fondos de deuda norteamericana, fondos flexibles de renta fija y fondos mixtos de gestión activa y flexible.
N. B. es un inversor veterano y uno de sus productos favoritos son los fondos en los que tiene invertidos una parte importante de su capital. Con los tipos de interés tan bajos, la rentabilidad que está obteniendo por ellos es pequeña y le están animando a que asuma algo más de riesgo al contratar nuevos fondos para conseguir mayor rentabilidad. Por ello, pregunta a nuestros expertos si creen que es un buen momento para asumir algo más de riesgo y en qué fondos le recomendarían invertir para sin asumir un riesgo demasiado elevado mejorar su rentabilidad.
Mar Barrero, analista financiero de Profim, Asesores Financieros EAFI, le responde que es cierto que en las actuales circunstancias de mercado (tipos de interés de corto plazo en la zona euro en el cero por ciento), si se desea obtener una rentabilidad que supere entre uno o dos puntos a la que ofrecen hoy los depósitos a un año es necesario asumir algo más de riesgo en nuestras inversiones (la rentabilidad media de un depósito a 12 meses se situaba a cierre de 2016, en el 0,11 por ciento, según datos publicados por el Banco de España).
El que haya que asumir algo más de riesgo para obtener algo más de rentabilidad no significa que debamos pasar toda la cartera a fondos de bolsa o a fondos que inviertan en renta fija de peor calidad crediticia (high yield, deuda de países emergentes...). Dentro de la amplia oferta existente en el mercado de los fondos de inversión, podemos encontrar productos que están ofreciendo unas rentabilidades anuales muy dignas (en torno al 2 por ciento) con unos ratios de volatilidad reducidos, gracias, sobre todo, a la gestión activa y flexible que aplican sus gestores y que les permite ir adaptándose a los cambios que se van produciendo en los mercados.
Los fondos que pensamos pueden aportar más valor a una cartera en la que no se desea asumir un riesgo excesivo serían los fondos de deuda europea de corto plazo (tipo Carmignac Sécurité, Muzinich Enhancedyield Short Term Bond); determinados fondos de deuda norteamericana y fondos flexibles de renta fija (la renta fija norteamericana porque paga más que la europea aunque, por ahora y ante la coyuntura de subida de tipos de interés, sugerimos que se efectúe vía fondos que aprovechen este entorno de subida de tipos al invertir en bonos flotantes y bonos ligados a inflación: Pimco Gis Income E Eur Hedged, Renta 4 Valor Relativo o Jupiter Dynamic Bond) y fondos mixtos de gestión activa y flexible (dentro de esta categoría podrá encontrar fondos como M&G Prudent Allocation, Echiquier Patrimoine, Belgravia Epsilon, Sycomore Partners, Sextant Grand Large, Deutsche Concept Kaldemorgen, Nordea-1 Stable Return EUR, etc.).
Con una buena selección de fondos y con una distribución adecuada para un inversor de perfil conservador (por ejemplo: 25 por ciento del patrimonio invertido en fondos de renta fija global de corto plazo; 15 por ciento, en fondos de renta fija flotante norteamericana; 15 por ciento, en renta fija flexible; 10 por ciento, en mixtos de renta fija y resto, en mixtos de bolsa), podríamos lograr una rentabilidad a un año próxima al 3 por ciento. Un porcentaje que batiría ampliamente a la rentabilidad ofrecida por los depósitos en estos momentos.